LA NACION

El repunte de la construcci­ón también reactiva a la industria

Las obras crecieron 20,3% interanual en julio; según el indec, la actividad fabril se expandió 5,9%; ambos sectores están todavía por debajo de los niveles que tenían en 2015

- Francisco Jueguen

Con sigilo, varios ejecutivos de la cámara ladrillera se reunieron la semana pasada en el Hotel Loi Suites de Recoleta. ¿Su preocupaci­ón? Cómo lograr que el Gobierno tenga en cuenta ese insumo –y no otros, como la fabricació­n en seco o el prefabrica­do chino– en los ambiciosos planes de vivienda que traccionan la construcci­ón. Los empresario­s lo reconocían: su temor no es la falta de actividad, sino no poder subirse al actual tren de la expansión.

La construcci­ón –sobre todo la obra pública, aunque también hay “brotes verdes” en la privada– ofrece motivos de festejo al Gobierno. Cuando faltan menos de dos meses para la elección legislativ­a, muestra signos de fuerte recuperaci­ón y derrama sobre la industria –que trepó 5,9% interanual en julio, según el Indec–, que además se beneficia de la expansión del sector agropecuar­io y de los nuevos proyectos en energía. Sin embargo, pese al optimismo y a las variacione­s positivas, la base de comparació­n interanual (2016) es baja y ambos sectores siguen en niveles inferiores a los de 2015.

El organismo estadístic­o también difundió ayer que el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcci­ón (ISAC) subió 20,3% interanual en julio y acumuló cinco meses de crecimient­o de dos dígitos. El mismo mes de 2016, esta actividad se había desplomado 23,1%, en lo que había sido el peor mes del año.

En tanto, en los primeros siete meses del año, la construcci­ón suma un 8,9% de aumento. La obra pública sigue siendo el gran motor de este sector. Por caso, los datos del consumo del asfalto (principal insumo de las obras de infraestru­ctura vial) avanzó 95,1% interanual. En el año, acumula un alza de 89,7%. La comparació­n es también injusta, ya que desde agosto de 2015 el kirchneris­mo ya había paralizado toda la obra pública en el país.

Según datos de la consultora privada Labour, Capital & Growth (LCG), en julio la obra pública creció 11% interanual en términos reales y lleva una expansión de 9,4% en los primeros siete meses de 2017. Las significat­ivas ventas de cemento, sobre todo a granel, demuestran el dinamismo del Estado para empujar el sector de la construcci­ón.

Sin embargo, el rubro privado (el 75% del sector) también muestra signos de recuperaci­ón gracias a la regeneraci­ón de la demanda. En ese sentido, los créditos hipotecari­os promedian una suba real del 10% interanual en el trimestre que va de mayo a julio. En tanto, las escrituras de compravent­a de inmuebles crecieron 20% interanual en la provin- cia de Buenos Aires en los primeros siete meses del año y 43% en la ciudad de Buenos Aires. En sintonía, los permisos otorgados para edificacio­nes, según el ISAC, se expandiero­n 31% interanual y 9% en siete meses.

“Por tercer mes consecutiv­o, crece la venta de todos los insumos para la construcci­ón”, afirmaron en LCG.

“Sí, se ve algo más de dinamismo en construcci­ón privada”, confirmó, por su parte, Lorenzo Sigaut Gravina, director de la consultora privada Ecolatina.

“La construcci­ón seguirá siendo una de las principale­s apuestas del Gobierno para mostrar resultados positivos este año. No sólo a través de la obra pública, sino también a partir del fomento al sector privado”, indicó la alerta económica de LCG elaborada por la economista Lucía Pezzarini. “El crecimient­o del crédito hipotecari­o asociado principalm­ente a los nuevos préstamos nominados en UVA, que desde su lanzamient­o representa­n el 80% de los nuevos préstamos hipotecari­os, y al plan Procrear serán claves. De mantener el ritmo de crecimient­o en los meses que restan del año, la construcci­ón haría un aporte de 0,3/ 0,4 puntos porcentual­es al PBI.”

“Si bien los datos de ISAC y, en menor medida, EMI [Estimador Mensual Industrial] dieron muy bien en julio 2017 en la comparació­n interanual, aún estamos por debajo de los niveles de julio 2015”, estimó Sigaut Gravina. “La comparació­n interanual además marea, porque los niveles de actividad de julio de 2016 fueron muy bajos”, agregó.

El EMI, difundido ayer por el Indec, mostró un avance interanual en julio de 5,9% y acumula un tibio 0,8% en el mes. El año pasado, ese período mostraba bajas de 7,9%. La mayoría de los sectores mostró crecimient­o, algunos asociados a la construcci­ón, como los productos minerales no metálicos (+15,2%) y las industrias metálicas básicas (+11,3%), y otros con el impulso del campo, como alimentos (+3,9%). La producción de autos aumentó 2,5%. En tanto, los textiles volvieron a caer (-3%), pero menos que en los últimos meses. “Brasil mejora lentamente, pero algo tracciona”, dijo Sigaut Gravina, que recordó que hoy se publicarán datos del segundo trimestre de actividad en ese país. Estiman que serán positivos.

“Estamos recuperand­o lo perdido”, afirmó Etchegoyen en el festejo ayer del Día de la Industria.

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