El paso de Harvey no da tregua: explosiones en una química
La falta de energía y refrigeración causó estallidos en una planta; pedirán fondos de emergencia al Congreso
HOUSTON.– Estados Unidos volvió a sufrir ayer los coletazos del huracán Harvey con explosiones en una planta química cercana a Houston, donde se acrecentaron los temores por la seguridad de la cuarta ciudad más poblada del país, donde ya hubo por lo menos 38 muertos por las tormentas.
La Casa Blanca anunció ayer que pedirá al Congreso fondos de emergencia para financiar la recuperación de infraestructura en los estados de Texas y Luisiana, devastados por Harvey, y cifró en 100.000 el número de hogares afectados.
El gobierno de Donald Trump “preparará una solicitud adicional” de fondos al Congreso para hacer frente a los daños de infraestructura pública previstos, dijo Tom Bossert, asesor de seguridad interior de la Casa Blanca.
Las explosiones ocurridas en Crosby, Texas, fueron provocadas por las históricas inundaciones que acompañaron a la tormenta más potente que asoló Texas en medio siglo, que obligó a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares en torno del destacado centro energético estadounidense.
En Crosby, unos 48 kilómetros al nordeste de Houston, unos 15 agentes fueron trasladados al hospital tras quedar expuestos a una columna de humo de 12 metros de alto.
El humo empezó a salir cuando los productos químicos almacenados en la empresa de origen francés Arkema SA comenzaron a arder después de que por falta de electricidad se apagó el sistema de refrigeración del tráiler del camión en el que estaban almacenados.
Tras las múltiples explosiones ocurridas, funcionarios locales de seguridad pública y de la compañía insistieron en que no hay riesgo para la población fuera del perímetro de 2,4 kilómetros establecido, incluso a pesar de que señalaron que otros ocho camiones cargados con los mismos productos químicos acabarán ardiendo también.
“Van a arder con intensidad”, dijo Bob Royall, jefe asistente de operaciones de emergencia del departamento de bomberos del condado de Harris. “La mayoría del material va a consumirse con un fuego muy caliente”, agregó.
Un funcionario de Arkema describió el humo como irritante y nocivo, pero la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos dijo en un comunicado que la cantidad de material tóxico liberado parece ser demasiado pequeña para presentar una preocupación de salud pública.
Productos plásticos
La planta en la que trabajan 57 personas fabrica peróxidos orgánicos, compuesto que se utiliza para la fabricación de plásticos, poliestireno, polipropileno, PVC y productos farmacéuticos.
Muchos bienes de consumo habituales, desde automóviles hasta envoltorios alimentarios, pasando por productos de salud y de limpieza, contienen peróxidos orgánicos: superficies de trabajo, pinturas con base acrílica, revestimientos de automóviles, vasos y platos de poliestireno, envoltorios, etcétera, según las informaciones que brindó Arkema.
El grupo no precisó el volumen de productos que fueron afectados por las explosiones.
“Uno de los nueve contenedores (de estos productos tóxicos) ha sufrido una degradación del producto”, dijo ayer sin dar más explicaciones uno de los responsables de la fábrica, Richard Rennard.
Ayer, los restos de Harvey, convertido ahora en un grupo de pequeñas tormentas, vertían lluvias sobre el norte del estado de Luisiana en su paso hacia el interior de Estados Unidos, mientras los cuerpos de rescate buscaban sobrevivientes o más víctimas en Houston y la costa de Texas.