Inundaciones. El cambio climático condena a EE.UU. a una era de supertormentas
El paso del huracán Harvey fue una muestra de un fenómeno cada vez más potente
WASHINGTON.– La lluvia duró días, quebró un récord y provocó inundaciones catastróficas. Las autoridades tuvieron que declarar el estado de emergencia. El desastre fue “histórico, sin precedente”, justificaron. Más de 100.000 casas sufrieron daños. Pero no se trataba de Harvey, el huracán que devastó Texas esta semana, sino de otra tormenta, sin nombre, que dejó a Louisiana bajo el agua hace un año.
El servicio meteorológico de Estados Unidos señaló que el diluvio había sido “histórico” y “extremadamente excepcional”, y que la información sugería que era “un evento de uno en 1000 años”. Pero no se refería a Texas o Louisiana. Hablaba de Virginia Occidental, donde, también hace un año, una tormenta derramó, en medio día, un cuarto del agua que suele caer en todo un año, y causó el mismo desastre. Todas estas tormentas fueron “históricas”. Las lluvias torrenciales y las inundaciones se han vuelto más comunes en los últimos años en Estados Unidos. De hecho, si se toman en cuenta los últimos tres años, Harvey ha sido la tercera tormenta que deja a Texas bajo el agua. Una tragedia recurrente.
El paso de Harvey puso sobre relieve otro fenómeno que fue advertido en los últimos años por los expertos en clima: a raíz de los efectos del cambio climático, las tormentas tropicales llegan a Estados Unidos cada vez más potentes. “Los huracanes traerán más lluvia en el futuro. Necesitamos prepararnos para eso. Serán más intensos, no hay duda”, sentenció Guiling Wang, profesora y climatóloga de la Universidad de Connecticut.
Nueva York
El huracán Sandy, que en 2012 inundó el subte de Nueva York y dejó sin luz al distrito financiero, fue un claro recordatorio de que incluso las ciudades más ricas del mundo no pueden escapar de los estragos del cambio climático. Se cree que los mares que rodean la ciudad aumentarán 1,9 metros hacia final del siglo, un escenario que pondría en peligro sus aeropuertos, JFK y La Guardia, y reduciría el espacio que ocupan algunos barrios, como Brooklyn y el Bajo Manhattan, construidos sobre terrenos de relleno
Miami Beach
”Estamos ante una amenaza existencial aquí”, admitió Kristen Rosen González, jefa policial de Miami Beach. La famosa ciudad turística, uno de los destinos predilectos de los argentinos en Estados Unidos, está construida sobre un terreno poroso que lentamente se está hundiendo en el fondo marino. Además está rodeada por mares que se elevan tres veces más que el ritmo del promedio mundial. Hasta el momento, Miami Beach gastó unos 200 millones de dólares para levantar la altura de calles en áreas vulnerables y tiene una red de bombas que hace que el agua se retire de las calles tras las inundaciones
Boston
La capital del estado de Massachusetts viene de experimentar nevadas récord en 2015 y el verano más seco en la historia de la ciudad en 2016. Pero es el riesgo de las inundaciones la principal preocupación ambiental de las autoridades. El alcalde de Boston, Marty Walsh, advirtió que una gran tormenta podría “borrar” el corazón de la ciudad. El informe que presentó el año pasado sostenía que miles de millones de dólares en bienes raíces estaban en riesgo por el aumento del nivel de los mares