Cambio climático. EE.UU., condenado a una era de supertormentas
La devastación que provocó el huracán Harvey en Texas fue una muestra de un fenómeno que será cada vez más potente y recurrente, advierten los expertos
“La realidad es que sólo en los últimos dos años hemos tenido un número alucinante de lluvias fuertes”, señaló Barry Keim, climatólogo de la Universidad Estatal de Louisiana, al enumerar algunas de las tormentas de los últimos años.
Keim no ocultó su asombro por Harvey: dijo que nunca había visto algo así, y que la cantidad de agua que había soltado era “una locura total”, algo “absolutamente increíble”. Harvey, puntualizó, fue distinta a las demás tormentas porque se movió muy lentamente por la costa, y pudo desparramar lluvia durante una cantidad inusual de días. No hubo ningún mecanismo atmosférico que la moviera y, por eso, logró tirar tanta agua y causar semejante desastre en Texas.
“Simplemente se sentó ahí, quedó atrapada”, resumió Keim.
Wang participó de un estudio, publicado el año pasado, que profundizó sobre el vínculo entre la temperatura del planeta –en ascenso debido al calentamiento global– y las precipitaciones. El estudio se centró en una relación crucial en el clima para los tiempos que corren: a mayor temperatura, mayor humedad en la atmósfera y mayores lluvias. Ese lazo es particularmente fuerte en el Golfo de México, que baña las costas de los estados de Florida, Alabama, Mississippi, Luisiana y Texas.
Los últimos tres años han sido los más calientes en los registros, y 2017 viene detrás de 2016 sólo por “El Niño”, el fenómeno climático que eleva la temperatura del océano Pacífico, que ocurrió el año anterior.
“Creo que todos estamos de acuerdo en que los huracanes que ocurren hoy tienden a traer más lluvia de la que traerían si las temperaturas fueran más bajas”, afirmó Wang.
Ya hace más de tres años, Nigel Arnell, profesor de la Universidad de Reading, en Gran Bretaña, publicó una columna en el diario The Independent bajo el título “El cambio climático significa que tenemos que acostumbrarnos a más inundaciones”. En esa columna, Arnell señaló que en el océano Atlántico había una perfecta “fábrica de tormentas”, y que la exposición global a inundaciones “aumentará mucho más rápido”.
El clima extremo recorre todo el mundo. Mientras Harvey copaba las noticias, la India, Nepal, Bangladesh y Níger también sufrían devastadoras inundaciones, con más de 1200 muertos y millones de damnificados.
En Estados Unidos, la sucesión de desastres en los últimos años –Katrina, Irene, Sandy, Harvey y, también, la histórica sequía que golpeó a California hasta este año– elevó la preocupación en el país por los efectos del calentamiento global. En marzo, Gallup reveló que un 71% de los norteamericanos coincide con los científicos en que el cambio climático está ocurriendo, y un 68% cree que la causa es el hombre. Por primera vez, casi la mitad del país reconoció estar “muy preocupada” por el problema.
Pero, con todo, esa cifra oculta una división: mientras la gran mayoría de los demócratas ve lo que ocurre con el clima con alarma, sólo dos de cada diez republicanos comparten el mismo desasosiego. El presidente Donald Trump y los republicanos en el Congreso han puesto en duda el contundente consenso científico que existe sobre el deterioro que el hombre provocó en el clima. De hecho, el mandatario decidió en junio pasado retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático, en un giro aislacionista en la lucha global contra uno de los desafíos más inquietantes de la humanidad.
Incertidumbre
La sucesión de eventos de lluvias torrenciales dejo atónitos a muchos científicos. Pero Keim, que estudió en Louisiana y vio el fenómeno de cerca, remarcó que, al mirar hacia atrás, también se encuentran otras grandes tormentas que causaron devastación.
“Parece que algo inusual está pasando, pero si mirás hacia atrás en la historia, tenés otros períodos de tiempo en los que muchas tormentas grandes ocurrieron en todo el país. La pregunta es si esto nos está diciendo algo acerca de que el clima ha cambiado y entonces podemos esperar más de esto en el futuro. Ésa es la pregunta, y no sé la respuesta”, apuntó Keim. “Todo esto es consistente con lo que mucha gente está diciendo que ocurrirá en un escenario de calentamiento global”, agregó el experto.