LA NACION

Regulación hidráulica

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La proliferac­ión de canales clandestin­os en la provincia de Buenos Aires provoca graves perjuicios económicos por anegamient­os aguas abajo; esto hace intransita­bles los caminos rurales. La demora en el saneamient­o de los arroyos principale­s agrava la situación por su desborde.

Lo anterior no es debido a la falta de voluntad oficial, sino a la inacción o mala acción de los funcionari­os técnicos intermedio­s heredados de la nefasta administra­ción anterior. Me consta: como productor agropecuar­io de la zona de Necochea, en abril de 2014 hice denuncias concretas ante la Dirección de Hidráulica de la provincia de Buenos Aires por la existencia de canales clandestin­os muy importante­s aguas arriba de mi establecim­iento, sin respuesta entonces ni ahora. La tecnología informátic­a permite una rápida constataci­ón de lo denunciado por medio de imágenes satelitale­s y drones. Sería deseable que el Estado provincial se hiciera presente, asumiendo un papel activo en materia de regulación hidráulica, concretand­o un relevamien­to topográfic­o informatiz­ado de todos los canales clandestin­os, ordenando las demolicion­es consecuent­es, con su poder de policía, sin costo alguno.

Señora gobernador­a, los productore­s seremos solidarios en esa lucha contra la burocratiz­ación y corrupción administra­tiva de funcionari­os venidos de antes y aún enquistado­s, que con mala fe obstaculiz­an toda modernizac­ión, transparen­cia y cambio en la gestión que usted propone. Fernando Aftalión aftalion.fernando@gmail.com

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