UNA VIDA MÁS PET FRIENDLY
Cada vez más hoteles y restaurantes permiten acceder con mascotas, a la vez que el mercado para los animales de compañía se ha ido ampliando en los últimos años. Radiografía de una tendencia que crece y pugna por pasar más tiempo con nuestros mejores amig
Es fin de semana y tenemos planeado un almuerzo en familia al sol. Pero cuando estamos por irnos de casa, con las llaves en la mano y junto a la puerta, una mirada nos interpela: nuestro perro sabe que se quedará solo por varias horas, y su actitud cabizbaja lo dice todo. Y en un día radiante, ¿por qué no habríamos de llevarlo con nosotros a disfrutar a la par? Por suerte, cada vez más restaurantes lo entendieron de esta misma forma. Poder compartir tiempo fuera de casa con nuestras mascotas es un gesto muy apreciado por muchos comensales, que de un tiempo a esta parte también ponen esta faceta en la balanza a la hora de elegir adónde ir a comer.
Pero no son los únicos: hoteles con la misma premisa y novedosos tratamientos y servicios para los animales de compañía dan cuenta de una industria en franco crecimiento. La vida pet friendly es cada vez más completa (y humana). A continuación, variantes para aprovechar esta corriente y ayudar a que se convierta, más que en tendencia, en hábito.
NO SOLO EN LA VEREDA
Pareciera que no es algo nuevo. Siempre fue común ver perros sentados al lado de sus dueños en mesas en la vereda, acompañando el café de la mañana o algún almuerzo. Sin embargo, hoy aquellos lugares que se autodenominan pet friendly no solo admiten esta práctica en su vereda, sino que también suelen tener otros sectores permitidos y hasta pueden mimar a los animales con algún snack o servicio especial. Por caso, la cadena Dean & Dennys incluye en su menú las opciones “Big Ones” y “Small Ones”, deliciosos trozos de hamburguesa 100% de carne vacuna con la mejor selección de alimento balanceado en el primer caso o galletas en el segundo, pensado especialmente para los perros más pequeños. Además, en la mayoría de sus locales hay un sector especial para canes en el exterior y un dog parking en la entrada.
En Biutiful, en tanto, las mascotas pequeñas se admiten en la galería cubierta, algo que extiende la práctica más allá de los días de sol o calor. E incluso pueden llegar a ligar algún bocadillo de cortesía si su buena conducta lo amerita (y si logran “ganarse” al mozo). Similar regla se aplica en Minga, una parrilla palermitana cuyo sector semicubierto de la entrada admite la presencia de perros pequeños. Aunque, nuevamente, bajo la condición de que se porten bien. Eso sí, es probable que tu amigo de cuatro patas se descontrole un poco cuando empiece a sentir el olor de la carne en tu plato... Lo cual también puede sucederle en La Cabrera, donde el sector exterior es piedra libre para los animales, que seguro admirarán la excelencia de los parrilleros desde la fuerza de su olfato.
Y en plan de paseos en buena compañía, un sábado en el Tigre bien puede incluir en el recorrido a nuestra mascota y un almuerzo o té en Boulevard Sáenz Peña, ya que ambos son compatibles gracias a su simpático patio pet friendly. Así, después de la tradicional recorrida por el Puerto de Frutos, el Paseo Victorica o el Plaza Canon, entre otros puntos turísticos que vale la pena conocer, las energías se pueden recuperar de la mano de recetas caseras y productos sumamente frescos y de estación.
VIAJAR A LA PAR
Y si los restaurantes pueden ser amigables con las mascotas, los hoteles también están haciendo un recorrido similar. Para los que cada vez que debían irse de viaje sufrían por dejar a sus mejores amigos, ya hay opciones para revertir esto e irse de casa sin culpa.
La cadena Esplendor, por ejemplo, ofrece en sus sucursales de Buenos Aires, Palermo Hollywood y Palermo Soho un servicio para mascotas que, aunque tiene un costo extra, realmente permite disfrutar a dueño y perro/gato a la par. Así, reciben animales de hasta 15 kilos (25 en el caso de Esplendor Buenos Aires) y les proveen recipientes para agua y comida, como también un almohadón bien cómodo y la posibilidad de circular por ciertas áreas públicas del hotel – exceptuando aquellas de alimentos y bebidas y spa, gimnasio y piscina–. Eso sí, deberán hacerlo siempre con correa y no puede haber más de un animal por habitación ni quedarse solo en esta, a menos que esté en una jaula transportadora.
Para aquellos que quieran conocer la inmensidad y belleza de El Calafate, el hotel Unique Luxury Patagonia también invita a viajar con nuestras mascotas, siempre y cuando pesen hasta 10 kilos. Esto también tiene un costo adicional, pero implicará conocer las maravillas del lago Argentino y el cerro Calafate, además, claro, de poder llegar hasta el imponente Glaciar Perito Moreno. Para humano y animal, una recomendación: mucho abrigo.
Y de regreso en Buenos Aires, el Hotel Cristóforo Colombo es uno de los que más abrazan la causa. De hecho, sus encargados cuentan que hasta han tenido parejas de luna de miel que han viajado con sus perros. Muy cerca de La Rural, hasta aquí llegan exponentes de competición, pero también otros más viajeros y ociosos que solo buscan acompañar a sus dueños. Las 261 habitaciones del hotel están totalmente equipadas para los amigos de cuatro patas, que pueden circular por dentro y fuera del espacio y a quienes se les dará un mullido almohadón para sus sueños. Como salvedad, deben llevarse con correa y solo se reciben perros medianos y chicos.
SU PROPIO MERCADO
Pero además de incluirlos en nuestros paseos más “humanos”, la tendencia pet
friendly también supone nuevos servicios y productos para las mascotas. Por ejemplo, en la cadena de veterinarias Puppis sumaron al ya clásico servicio de peluquería (posible de reservar turno online en su página) uno de adopciones, en el que en ciertas sucursales es posible conocer animalitos en espera de una familia y, si se evalúa que el perfil de la persona coincide con el de la mascota, esta se entrega con un contrato de adopción responsable. En tiempos en los que son muchos los perros y gatos abandonados y se comienza a tomar conciencia de la importancia de una tenencia responsable, por fortuna esta iniciativa también es imitada por muchos otros centros de atención animal y refugios.
Además, Puppis suma otros dos servicios interesantes, que hablan de un crecimiento fuerte de la industria. El primero es una cobertura especial para mascotas, llamada Puppis One. Mediante un plan de pago mensual, tal cual una prepaga tradicional para humanos, se accede a prestaciones anuales como consultas veterinarias, vacunas, cirugía de castración y aplicación de microchip. Además, ofrece precios preferenciales en consultas adicionales, análisis de orina, ecografías, electrocardiogramas y otras cuestiones veterinarias, y en servicios de peluquería. Y en todo momento se pueden utilizar las prestaciones de las sucursales adheridas. Co- mo sucede en los planes familiares de las prepagas, aquí también bajan los montos si se asocia más de una mascota.
La segunda novedad, en tanto, es la ya mencionada implantación del microchip. Este circuito computarizado pasivo tiene el tamaño de un grano de arroz y se coloca de modo subcutáneo en el animal. Posee un número de identificación único y permite certificar, en caso de pérdida, que uno es el legítimo dueño de la mascota, acredita los certificados de salud y es además un requisito necesario en caso de viaje al exterior.
En la cadena de veterinarias Nutrican, por su parte, ofrecen una exclusiva personalización de las chapitas identificatorias del animal, con “más de 100 posibilidades diferentes, desde colores lisos hasta con cristales Swarovski”, detallan. Y además, aquí la fidelidad de los clientes tiene recompensa. Esta llega a través de la membresía al club Bones, que suma puntos con cada compra que se traducen en ventajas y descuentos en los locales posibles de chequearse mediante un catálogo.
Similar práctica sucede en Natural Life, en cuyo Club NL se suman puntos que luego significan descuentos en la próxima compra. Además, en esta compañía ofrecen la realización de un test especial para determinar qué alimento balanceado es mejor para nuestro perro o gato y así optimizar su cuidado y dieta. Este estudio, realizado por veterinarios, permitirá elegir con más sapiencia entre las muchas marcas y variantes del mercado.
Los perros y gatos suelen vivir un máximo de 18/20 años (¡aunque el perro más longevo del mundo llegó a los 29!). Y, en comparación con la vida de un humano, esto parece un suspiro. ¿Cómo no querer, entonces, aprovechar al máximo posible nuestros años juntos? La tendencia de una vida más pet friendly lo está haciendo posible. Empezá desde hoy a pasar más tiempo que nunca con tu mejor amigo; la ciudad y la industria están de tu lado.