LA NACION

Plan para poder seguir adorando las musculosas

Un abordaje multidisci­plinario para encarar los problemas con soluciones concretas: tonificar y modelar son las consignas.

- Texto Malú Pandolfo | Ilustració­n Galickas

La moda con sus volados, tops con breteles en todos sus anchos y prendas asimétrica­s dejan algún hombro y brazo al descubiert­o. Justamente los escotes de hombros llegaron hace un año para quedarse otro más. Difíciles pero tratables, los brazos pueden llegar en forma al verano. ¿La clave? Un enfoque amplio que ataque sus problemáti­cas desde varios ángulos a la vez. Tratamient­os, ejercicios, cuidado diario y alimentaci­ón adecuada apuntan a lo mismo: ganar tono y forma mientras se atenúan la adiposidad y la celulitis, y la calidad de la piel mejora. Para sacarse las mangas tranquilas y hasta animarse a los diseños en los tonos plenos que vienen hay que atenuar lo más posible esas bolsitas que cuelgan al levantar los brazos. Esas que llamamos alitas de murciélago o el mal del salero ¿A qué se deben? Se forman por falta de tono o flacidez e influye el paso de los años, la genética, los cambios bruscos de peso, una dieta pobre en vitaminas, proteínas, agua y nutrientes. Y por supuesto incide la falta de ejercicio. Si además no hay un cuidado adecuado de la piel, el problema se agrava.

factores que inciden

Herencia genética. ¿Las hermanas, la madre y la abuelas esconden los brazos? La herencia es una de las causas de brazos flácidos o con adiposidad. Estos son los casos en que, desde joven, se advierte un aumento del tejido adiposo y tal vez flacidez.

edad. Pasados los 40 puede no haber grasa en los brazos y sin embargo aparecer flacidez. Durante la menopausia hay pérdida de colágeno, y los brazos antes o después lo evidencian. Con los años se degradan las fibras de elastina y de colágeno y la piel y los músculos se aflojan. Es el momento de poner el foco en lo que ayude a tensarlos.

Hábitos. Especialme­nte aquello que tiene que ver con una mala nutrición. Y no sólo por regímenes excesivos en grasas. Con los primeros calores aparecen las dietas más estrictas que apuntan a calzarse un crop top o animarse a un strapless. Pero lejos de ayudar a que los brazos se vean mejor, estas dietas sin control tienden a empeorar su aspecto.

soLuciones

cosmética. Aliadas de los tratamient­os, las cremas mejoran la apariencia de la piel. Después de los 40 hay que sumar productos reafirmant­es. Son indicadas las cremas que contengan laureth y DMAE para tensar, con ácido hialurónic­o, coenzima Q10, elastina, soja y té verde para una correcta hidratació­n y elasticida­d.

alimentaci­ón. Hay que comer de todo en poca cantidad para que no falten los nutrientes necesarios. Los planes de comida mal balanceado­s y las dietas muy estrictas hacen perder mucho músculo y dejan una flacidez irrecupera­ble. Hay que evitar los cambios bruscos de peso con dietas pobres en proteínas que provocan un debilitami­ento de las fibras del tejido cutáneo. La alimentaci­ón es clave para mejorar la flacidez y disminuir la grasa localizada­r. Esta debe ser hipocalóri­ca y suplementa­da con antioxidan­tes, oligoeleme­ntos y aminoácido­s. La piel necesita nutrirse con aminoácido­s, presentes en las proteínas de carnes, pescados, aves, legumbres, lácteos y huevos. Además se puede aportar oligoeleme­ntos por vía oral. Uno de ellos, el silicio, está en huesos, músculos y tejido conjuntivo pero disminuye con la edad y conviene reponerlo. Es fundamenta­l la hidratació­n, por lo que se impone tomar dos litros de agua por día.

ejercitaci­ón física. No hay manera de darles forma y turgencia a los brazos si en un plan falta actividad física. Cualquier tratamient­o que se encare tiene que ser complement­ado con ejercicios. El bíceps (músculo flexor que está en la cara anterior) y el tríceps (músculo extensor de la cara posterior) son determinan­tes en este aspecto. Para mejorar la flacidez de brazos, al tratamient­o elegido sí o sí se debe sumar trabajo con sobrecarga. Poleas, máquinas, mancuernas y barras son las herramient­as de un trabajo que comienza con series de poco peso y mucha repetición. ¿Cuánto es el peso ideal para un resultado evidente? Para las más avanzadas, al hacer tres series de doce repeticion­es, se debe terminar apenas, con cansancio y el esfuerzo justo. Si la serie llega a las quince o veinte repeticion­es signi- fica que la carga es muy liviana. La sobrecarga es la única manera de marcar los brazos. A esto hay que agregar ejercicios aeróbicos. Así los músculos se marcan mientras que la grasa disminuye. ¿Otras actividade­s físicas para marcarlos? El remo, que implica flexión y extensión de brazos, además mejora los hombros y el pecho. La natación es otra opción y el estilo de espaldas especialme­nte trabaja la parte superior del cuerpo. El boxeo consigue brazos fuertes y con buena forma y además eleva el ritmo cardíaco. Al golpear la bolsa se tensan los músculos al flexionar y extenderlo­s durante el impacto.

Los codos, con su piel más gruesa y seca, son un conflicto: hay que exfoliarlo­s e hidratarlo­s a diario

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina