Plan para poder seguir adorando las musculosas
Un abordaje multidisciplinario para encarar los problemas con soluciones concretas: tonificar y modelar son las consignas.
La moda con sus volados, tops con breteles en todos sus anchos y prendas asimétricas dejan algún hombro y brazo al descubierto. Justamente los escotes de hombros llegaron hace un año para quedarse otro más. Difíciles pero tratables, los brazos pueden llegar en forma al verano. ¿La clave? Un enfoque amplio que ataque sus problemáticas desde varios ángulos a la vez. Tratamientos, ejercicios, cuidado diario y alimentación adecuada apuntan a lo mismo: ganar tono y forma mientras se atenúan la adiposidad y la celulitis, y la calidad de la piel mejora. Para sacarse las mangas tranquilas y hasta animarse a los diseños en los tonos plenos que vienen hay que atenuar lo más posible esas bolsitas que cuelgan al levantar los brazos. Esas que llamamos alitas de murciélago o el mal del salero ¿A qué se deben? Se forman por falta de tono o flacidez e influye el paso de los años, la genética, los cambios bruscos de peso, una dieta pobre en vitaminas, proteínas, agua y nutrientes. Y por supuesto incide la falta de ejercicio. Si además no hay un cuidado adecuado de la piel, el problema se agrava.
factores que inciden
Herencia genética. ¿Las hermanas, la madre y la abuelas esconden los brazos? La herencia es una de las causas de brazos flácidos o con adiposidad. Estos son los casos en que, desde joven, se advierte un aumento del tejido adiposo y tal vez flacidez.
edad. Pasados los 40 puede no haber grasa en los brazos y sin embargo aparecer flacidez. Durante la menopausia hay pérdida de colágeno, y los brazos antes o después lo evidencian. Con los años se degradan las fibras de elastina y de colágeno y la piel y los músculos se aflojan. Es el momento de poner el foco en lo que ayude a tensarlos.
Hábitos. Especialmente aquello que tiene que ver con una mala nutrición. Y no sólo por regímenes excesivos en grasas. Con los primeros calores aparecen las dietas más estrictas que apuntan a calzarse un crop top o animarse a un strapless. Pero lejos de ayudar a que los brazos se vean mejor, estas dietas sin control tienden a empeorar su aspecto.
soLuciones
cosmética. Aliadas de los tratamientos, las cremas mejoran la apariencia de la piel. Después de los 40 hay que sumar productos reafirmantes. Son indicadas las cremas que contengan laureth y DMAE para tensar, con ácido hialurónico, coenzima Q10, elastina, soja y té verde para una correcta hidratación y elasticidad.
alimentación. Hay que comer de todo en poca cantidad para que no falten los nutrientes necesarios. Los planes de comida mal balanceados y las dietas muy estrictas hacen perder mucho músculo y dejan una flacidez irrecuperable. Hay que evitar los cambios bruscos de peso con dietas pobres en proteínas que provocan un debilitamiento de las fibras del tejido cutáneo. La alimentación es clave para mejorar la flacidez y disminuir la grasa localizadar. Esta debe ser hipocalórica y suplementada con antioxidantes, oligoelementos y aminoácidos. La piel necesita nutrirse con aminoácidos, presentes en las proteínas de carnes, pescados, aves, legumbres, lácteos y huevos. Además se puede aportar oligoelementos por vía oral. Uno de ellos, el silicio, está en huesos, músculos y tejido conjuntivo pero disminuye con la edad y conviene reponerlo. Es fundamental la hidratación, por lo que se impone tomar dos litros de agua por día.
ejercitación física. No hay manera de darles forma y turgencia a los brazos si en un plan falta actividad física. Cualquier tratamiento que se encare tiene que ser complementado con ejercicios. El bíceps (músculo flexor que está en la cara anterior) y el tríceps (músculo extensor de la cara posterior) son determinantes en este aspecto. Para mejorar la flacidez de brazos, al tratamiento elegido sí o sí se debe sumar trabajo con sobrecarga. Poleas, máquinas, mancuernas y barras son las herramientas de un trabajo que comienza con series de poco peso y mucha repetición. ¿Cuánto es el peso ideal para un resultado evidente? Para las más avanzadas, al hacer tres series de doce repeticiones, se debe terminar apenas, con cansancio y el esfuerzo justo. Si la serie llega a las quince o veinte repeticiones signi- fica que la carga es muy liviana. La sobrecarga es la única manera de marcar los brazos. A esto hay que agregar ejercicios aeróbicos. Así los músculos se marcan mientras que la grasa disminuye. ¿Otras actividades físicas para marcarlos? El remo, que implica flexión y extensión de brazos, además mejora los hombros y el pecho. La natación es otra opción y el estilo de espaldas especialmente trabaja la parte superior del cuerpo. El boxeo consigue brazos fuertes y con buena forma y además eleva el ritmo cardíaco. Al golpear la bolsa se tensan los músculos al flexionar y extenderlos durante el impacto.
Los codos, con su piel más gruesa y seca, son un conflicto: hay que exfoliarlos e hidratarlos a diario