Robert Redford, Jane Fonda y la fuerza del cariño en Venecia
JUNTOS. Recibieron un premio honorífico y presentaron su cuarta película juntos
VENECIA.– medio siglo después de su primer película juntos, robert redford y Jane Fonda recibieron ayer en el 74° Festival de Cine de Venecia el León de oro honorífico por sus respectivas trayectorias y presentaron Our Souls at Night, el cuarto título que los reunió para el cine, esta vez producido por Netflix y disponible para ser visto en streaming en todo el mundo a partir del 29 de este mes.
también ayer el director argentino pablo Giorgelli presentó en la sección paralela orizzonti su segundo largometraje, Invisible, un áspero drama sobre el caso de una adolescente que se enfrenta a un embarazo no deseado.
“Quería hacer un último film con Jane antes de morir. tenemos una larga historia compartida en el cine. Y esta historia es magnífica: a toda edad hay necesidad de historias de amor y ésta se refiere a las segundas posibilidades, una reflexión para quienes envejecen. La industria del cine está hoy dirigida a los jóvenes y nos gustaría que también se interesen en películas como ésta”, dijo redford, de 81 años.
“Quería pasar tiempo con Robert y volver a enamorarme de él. ¡Siempre estuve así en todas las películas que hicimos juntos!”, agregó Fonda, de 79. Dirigida por el indio Ritesh Batra, Our Souls at Night es un drama romántico protagonizado por dos ancianos que deciden pasar las noches juntos charlando para espantar a la soledad. “Hemos interpretado el amor en la juventud, y ahora el amor y el sexo entre personas mayores. Aunque, para mi gusto, el director cortó demasiado pronto la escena más íntima. A Robert no le gustan las escenas de sexo, ¡pero yo vivo por ellas!”, agregó Fonda.
“¿Escuchaste la pregunta?”, le dijo él a ella en un momento de la conferencia de prensa. “Claro, no soy sorda”, respondió Fonda. “Robert besa todavía muy bien. Fue divertido besarlo a los 20 años y hacerlo de nuevo ahora a los 80”, agregó divertida.
Vínculos familiares
El estreno mundial de la segunda película del argentino Giorgelli también despertó mucho interés. Después de su aclamada ópera prima Las acacias (que ganó hace seis años la Cámara de Oro en Cannes), ahora indaga en la maternidad con Invisible. “Hay algo que tiene que ver con la familia que me interesa mucho: cómo se construyen los vínculos familiares, cómo uno es quien es a partir del hogar del que viene”, dijo el realizador.
Para hacer la experiencia todavía más familiar, Giorgelli filmó su segunda película en el barrio de La Boca, delante de la casa de su propia madre. Allí instaló la historia de una adolescente de 17 años, interpretada por Mora Arenillas: “Es un relato sobre el desamparo y la soledad de esta chica que no encuentra claridad en su vida y que a partir de este embarazo inesperado se pone en marcha”.