Los cambios que impactarán en la rutina del colegio
Los estudiantes del último año se prepararán para el ingreso universitario
En la “secundaria del futuro” que se lanzará en la ciudad el año próximo, quinto año es el que experimentará mayores cambios. La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, explicó detalles del día a día de un alumno del último año de la escuela media, tal como se propone.
“El último año es concebido como una etapa de transición, el cierre de un ciclo para empezar otro en el mundo universitario o superior no universitario, o en el mundo del trabajo, el que cada uno de los chicos elija y de acuerdo con las orientaciones que hayan cursado en sus escuelas”, explica Acuña.
Habrá dos cuatrimestres en el año. El alumno irá a la escuela normalmente y seguirá trabajando con las nuevas modalidades, con las guías, con los proyectos, en equipo y más autónomamente. En el segundo cuatrimestre, empezarán las “prácticas educativas”, que tendrán un perfil distinto según la orientación curricular de cada escuela. “Se parecen mucho a las prácticas profesionalizantes que existen en la escuela técnica”, explica.
Habrá prácticas educativas en el Estado, en organizaciones sociales y en ámbitos privados, entre otros. “Serán espacios educativos y no laborales, por eso se distingue de una pasantía o de un trabajo o práctica rentada –se preocupa en aclarar–. Esas prácticas van a tener un diseño propio desde cada colegio para definir las actividades y objetivo. Además, cada alumno va a estar acompañado en el lugar donde haga la práctica por un tutor. No se trata de que el alumno va a practicar algo, sino que va a perseguir un objetivo educativo específico relacionado con el proceso de aprendizaje anterior”.
El segundo cuatrimestre es el de las prácticas educativas, que no se harán fuera del horario de clase. Los alumnos, en lugar de ir a la escuela, irán directamente adonde tengan que hacer la práctica. Un día por semana volverán a la escuela para hacer un seguimiento en el espacio de acompañamiento de los tutores colectivos de cada curso.
Dice Acuña: “Será una dinámica distinta de lo que es hoy. No será «entro a las 8 de la mañana, tengo mis distintos módulos de clase, viene un profesor, va cambiando, me quedo en el aula». Habrá mucha más movilidad. El ritmo se tiene que ver y sentir distinto dentro de la escuela. Van a pasar cosas distintas en la vida de la escuela, desde cómo se circula, cómo se trabaja, con quién me relaciono, cómo trabajan los docentes entre ellos y la figura del tutor, que es fundamental en todo este proceso”.
Las pasantías se harán en el Estado, ONG y empresas privadas, entre otros