¿Por qué dos peritajes dan resultados distintos con los mismos elementos?
Para un especialista, pudo haber fallas en el relevamiento, pero también en la valoración de la prueba
La aparición de nuevos elementos que plantean la posibilidad de torcer la hipótesis principal de la muerte del fiscal Alberto Nisman del suicidio hacia el escenario de un homicidio genera interpretaciones variadas que van desde la posibilidad de que ciertos datos hayan sido poco valorados en instancias anteriores de peritaje hasta la aparición de dudas por el descubrimiento de golpes en el cuerpo de la víctima que salen ahora a la luz.
Para el médico psiquiatra y legista Miguel Ángel Maldonado, muchos elementos que ahora trascienden como resultados de la junta interdisciplinaria de expertos de la Gendarmería Nacional y los propuestos por la familia de Nisman y el informático Diego Lagomarsino, podrían haber sido juzgados como poco importantes en los análisis previos.
“Mi interpretación es que no es que ahora aparecen [nuevos elementos en las pericias]. Estuvieron siempre, no los vieron o no les resultaron significativos para hacerlos constar, o no los buscaron”, dijo Maldonado a la nacion.
Con respecto al hallazgo de ketamina en el cuerpo del fiscal –que días antes de morir había denunciado a Cristina Kirchner por presunto encubrimiento de los sospechosos iraníes del atentado contra la AMIA–, el especialista explicó que “no se estudia toda la batería de sustancias” presentes en el cadáver.
“Se le hacen extracciones de sangre, esa sangre se resguarda, se hacen dosajes, pero no se estudia toda la batería de sustancias”, afirmó el especialista, ex profesor titular de Medicina Legal en la Universidad de La Plata (UNLP).
Entre los puntos que se filtraron del informe de Gendarmería, uno es que el fiscal Nisman sufrió una fractura de tabique. Si bien Maldonado afirmó que “una fractura de la nariz es algo bastante indisimulable” como para pasarse por alto en una pericia, planteó que en estudios anteriores “quizá pensaron que le ocurrió al caer”. En ese caso opinó que debió haberse hecho “un estudio más exhaustivo de anatomía patológica para ver si fueron lesiones vitales o post mortem”.
Además de esa lesión en la nariz, otro de los puntos que trascendió fue que Nisman presentaba golpes en riñones y tobillos, posiblemente de “reducción”.
Según fuentes al tanto del peritaje realizado por la junta interdisciplinaria, el fiscal fue asesinado.
Las conclusiones que se filtraron –y de las que se informa por separado– marcan que Nisman murió a manos de dos personas que primero lo golpearon y luego le suministraron ketamina.
Para matar al fiscal, según plantea el informe de los especialistas, esas dos personas lo llevaron hasta el baño de su departamento en la torre Le Parc de Puerto Madero y allí le dispararon en la cabeza.
El cambio en los tiempos políticos es también un punto a tener en cuenta para el especialista a la hora de analizar los motivos del surgimiento de elementos novedosos en el caso. “Es cierto que se estaba en otro contexto político [en el momento de la muerte del fiscal]. Parecía que, después de la denuncia, Nisman se había asustado. Pero era audaz y temerario, no creo que se amedrentara por tener que ir [a explicar su denuncia contra Cristina Kirchner] al Congreso”, analizó Maldonado.
Para el médico legista, a pesar de la trascendencia de Nisman por su cargo de fiscal que investigaba el atentado de 1994 contra la mutual judía y por la denuncia contra la entonces presidenta de la Nación que había presentado días antes de morir, las primeras pericias sobre su cadáver pudieron haberse realizado sin la exhaustividad necesaria para un caso de su magnitud. “A veces, la importancia institucional [de la víctima en cuestión] es algo a lo que algunos peritos que están desenganchados de la realidad circundante no le dan importancia”, evaluó Maldonado.