el factor humano, tema principal del pec comex.
El PEC Comex, organizado por la Fundación ICBC, tuvo como eje las relaciones interpersonales; la mira estuvo puesta en los dos grandes encuentros que se realizarán en Buenos Aires: la Conferencia Ministerial de la OMC y la cumbre del G-20
“Para participar en negociaciones internacionales se necesita conocer sobre política comercial, pero además es imprescindible tener en cuenta el factor humano. Son personas las que están negociando, y las relaciones que establecen entre ellas pueden ayudar a que el proceso avance o, por el contrario, se malogre”, afirmó Félix Peña, director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC al inaugurar el PEC Comex (Pasión, Experiencia y Conocimiento), evento en el que se analizó la importancia del factor humano teniendo en la mira dos encuentros que se realizarán en Buenos Aires: el de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de diciembre próximo y la cumbre del G-20 en 2018.
En el panel inicial, Norberto Pontiroli, coordinador de Asuntos Estratégicos de la Jefatura de Gabinete, explicó que “el G-20 está integrado por las personas más influyentes del planeta; ahí hay muchos egos en juego. En primer plano están los jefes de Estado, pero detrás hay colaboradores indispensables. Uno de ellos es el guía designado por cada país, que tiene que ser una persona de confianza del presidente; los guías se reúnen varias veces en el año y van preparando el terreno para lo que se debatirá en la cumbre. La química entre los guías y entre los presidentes es fundamental para el desarrollo del trabajo”.
También destacó “la importancia de tener un sistema de comercio global basado en reglas, ya que éstas no discriminan entre países grandes y chicos, y eso es positivo especialmente para los países más pequeños”. En cuanto a diferencias entre el G-20 y las conferencias ministeriales, agregó que “en las reuniones de la OMC intervienen 165 países, por lo cual el proceso es más complejo, los debates se multiplican y se negocia hasta último momento”.
Detrás de escena
Por su parte, Adrián Makuc, que participó en negociaciones en la OMC y el Mercosur, arriesgó que “si uno de los presidentes que interviene en una cumbre es Donald Trump, lo que puede ocurrir es imprevisible. Los asesores sólo pueden esperar que sus propuestas sean aceptadas”. Afirmó que en estos encuentros, “lo importante está fuera de la vista del público: los movimientos, las negociaciones que suceden en los pasillos”, que generan críticas y descreimiento de la sociedad, ya que se piensa que son reuniones de elites ocupadas en problemas que no son los de la gente común: “En Hamburgo, en la última reunión del G-20, vi mucha gente enojada protestando en las calles”, aseguró Pontiroli.
En ese sentido, Peña afirmó que “las sociedades están enojadas porque sospechan que en negociaciones secretas se deciden temas que afectan su vida diaria”. A su vez, Makuc puso el acento en la necesidad de que los funcionarios trabajen con las empresas: “El sector privado es el destinatario de las negociaciones; lo que se resuelva más tarde o más temprano tendrá consecuencias en la gente. Cuanto mejor conozcan los funcionarios la estructura productiva de su país, mayores serán las posibilidades de lograr avances para la sociedad”.
Para formar especialistas en co- mercio exterior, que eventualmente tendrán la tarea de intervenir en acuerdos, Nicolás Comini, director de la maestría en relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador, explicó que el plan educativo es integral: “No podemos dejar de lado las ciencias sociales. Además, las instituciones y los que trabajan en este campo necesitan estar conectados. El factor humano es clave”.