Filmus, en versión K moderada. A la caza del voto no peronista de la gran urbe
Asegura que hasta los que apoyan a Carrió quieren un mayor control al Gobierno
Daniel Filmus empieza su agenda de actividades en la Legislatura porteña. En el salón Presidente Perón, un grupo de diputados presenta un proyecto de adhesión a la ley de cannabis medicinal. El candidato de Unidad Porteña llega hasta allí para respaldar el proyecto del legislador Gabriel Fuks. “Estamos acá para apoyar, felicitar y comprometernos con esta iniciativa. La Argentina está atrasada varios años en el debate de estos temas”, dice Filmus, en un breve discurso de cierre.
Después de los saludos, Filmus va al encuentro de dos de sus colaboradores. Con el celular en la mano, repasa los horarios de las actividades que siguen. “¿Mandaste ya las respuestas para la entrevista?”, pre- gunta a uno de sus asistentes, que le responde que sí. Es momento de seguir. El candidato kirchnerista sale raudamente del edificio, camino a su oficina en Congreso. Se detiene apenas un momento para cruzar un saludo con Daniel Catalano, secretario general de ATE.
Son días ajetreados para el primer candidato a diputado nacional por Unidad Porteña. Filmus afirma que el 13 de agosto pasado cumplió el primer objetivo. Con el 20,96% de los votos, el kirchnerismo recuperó el segundo lugar en Capital Federal, que había sido arrebatado dos años atrás por Martín Lousteau. Ahora, la apuesta es acortar distancias con Elisa Carrió, quien en las PASo perforó los 50 puntos, y aglutinar al voto opositor que quiera “ponerles un freno a las políticas oficiales”.
Es la quinta campaña que encabeza en Capital Federal, pero asegura no sentir desgaste. Como Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires, el ex ministro plantea que la elección debe servir para “evaluar la gestión entre 2015 y 2017”. Y ambos eligieron la economía como principal eje del discurso de campaña.
“Si alguien quiere ponerles un freno a las políticas oficiales de ajuste y de recorte de derechos, tiene que votarnos. Ese es nuestro mensaje”, repite Filmus, ahora arriba del auto que lo lleva a su oficina en el Centro de innovación de los Trabajadores (Citra).
En el equipo de campaña reconocen que respecto a elecciones anteriores, ésta es una campaña soft. En parte, porque todas las luces están puestas en la pelea por la provincia de Buenos Aires entre la ex presidenta y Esteban Bullrich. Hay varios puntos de contacto con la campaña de Cristina. Además del asesoramiento del catalán Antoni Gutiérrez-Rubi para pulir la comunicación, el kirchnerismo buscó amplitud presentándose como un espacio “ciudadano”, con un estilo desperonizado.
Durante la campaña, a la rutina se le imponen nuevas obligaciones. Pero hay algunas citas prioritarias para Filmus. Una de ellas es la actividad académica. El ex ministro no interrumpe su trabajo como docente e investigador. La otra, más pasional, es el fútbol. En el fin de semana, las caminatas, actos y recorridas de campaña se adaptan al horario de San Lorenzo. “Es la que menos cambiaría”, dice y sonríe, ya en su oficina del instituto de investigación.
“El 23 de ajuste empezará un ajuste mucho más fuerte. El Gobierno cree que el déficit fiscal se soluciona con un ajuste del Estado y aumento de tarifas y de la edad jubilatoria. Todos los que se oponen a eso debieran votarnos”, asegura Filmus. Y se entusiasma con los números de las últimas encuestas que pasaron por sus manos: “Somos la única fuerza que está creciendo”.
“Pese al diagnóstico sombrío y a describir un curso ruinoso de la economía, Carrió estuvo cerca del récord de votos en Capital. ¿Cómo lo explica?”, pregunta la nacion. “Es curioso, porque buena parte de los que votaron a Carrió dice que no está de acuerdo con las políticas de Macri, y la eligen porque creen que va a controlar al Gobierno. Tiene una capacidad de ser oficialista y opositora a la vez”, responde el candidato a diputado nacional.
Un rato después, Filmus baja y, en el Citra, encabeza la presentación de “Escritos urgentes sobre ciencia, educación y justicia”, un libro de ciencia, con ensayos que denuncian un recorte en el área. Lo acompaña un grupo de científicos alineado con el kirchnerismo.
La presentación transcurre sin sobresaltos. Hasta que, sobre el final, aparece un murmullo en el auditorio. “Le revocaron la domiciliaria a Milagro Sala. Tenemos que hacer algo, no sé qué”, reclama una señora a los expositores.
El cierre del día es en Boedo. Filmus llega a Castro Barros e independencia para reinaugurar un local de Unidad Porteña. Lo esperan unas 80 personas adentro. No hay posters ni identificaciones partidarias. Sólo afiches con los nombres de los candidatos rompen la monotonía de las paredes blancas.
“Nos quedan tres semanas para no vernos, para salir a convencer al que no nos votó. Tenemos que salir a preguntarle a la gente cómo le fue desde el 10 de diciembre de 2015 hasta ahora”.
En el final, llegan los aplausos. No hay lugar para que suene la marcha peronista. “Es una campaña ciudadana”, explica Filmus. El candidato se presta para las fotos y se despide.