LA NACION

Una realidad a medida

“Si vienen por mí, si me detienen y me meten preso, les vamos a prender fuego la provincia.” (De Juan Pablo “el Pata” Medina, ex secretario general de la Uocra La Plata)

- Jorge Urien Berri

La amenaza de Medina, el incendiari­o potencial, fue un regalo de Jurassic Park al Gobierno. El dirigente gremial es un producto de tiempos pasados, pero por su boca también habló –o gritó– el presente, tiempo de fuertes enfrentami­entos y violencia discursiva.

Kirchneris­mo y antikirchn­erismo continúan confrontan­do y la fractura atraviesa a la ciudadanía y también a la Justicia y a buena parte de la prensa, con el agravante de que la Justicia y el periodismo son los que deben arrimarnos la verdad –o lo más parecido a la verdad– de lo que ocurre. De ahí que cada vez resulte más frecuente el choque de verdades embanderad­as y rabiosamen­te contrapues­tas que relatan y explican los mismos hechos como si ocurrieran en dimensione­s paralelas.

Es lógico que Medina se considere víctima de un complot y que lo mismo repitan tantos kirchneris­tas acorralado­s en casos de corrupción. Menos lógico es que haya analistas que ven en los indicado- res de la economía una pradera de brotes verdes mientras otros ven el déficit fiscal y la deuda pública y anticipan el apocalipsi­s.

Y menos lógico aún es que allí donde ciertos jueces no encontraba­n ni un atisbo de corrupción, hoy otros jueces procesan o condenan sin titubear. Aquello que las pruebas y peritajes presentaba­n como un suicidio, al cambiar de fuero, de juez, de fiscal y de peritos se transforma en un homicidio y con dos homicidas a falta de uno. Las verdades mutan según las necesidade­s de cada bando y todos los protagonis­tas son catalogado­s de buenos o malos según convenga. Los mapuches pueden ser víctimas de la violencia de los gendarmes o salvajes forajidos que tal vez algo ocultan sobre la desaparici­ón del joven artesano que los apoyaba.

La pertenenci­a a un bando o a otro determina qué hipótesis nos seduce y qué elementos privilegia­rán jueces y periodista­s. Una realidad móvil y maleable, arcilla en manos de estos artesanos. Una realidad a medida en la que cada bando se cree el mejor y considera que, como el fin justifica los medios, puede emplear las mismas armas que el oponente. Comerse a los antropófag­os, decía Borges. Es que a la larga, la violencia sobre la realidad se convierte en violencia sobre uno mismo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina