tres goles del pincha en 16 minutos, el mejor recibimiento a bernardi
El miércoles, día en el que celebraba sus 40 años, Lucas Bernardi asumía como técnico de Estudiantes y en su presentación dejaba una sentencia: “Si el hincha ve un equipo sólido y que lo represente, se va a sentir identificado”. Ayer, ante Temperley, el mensaje del entrenador encontró respaldo en una goleada sellada en el inicio del encuentro en el sur del Gran Buenos Aires.
El asombro generado por la determinación del DT de sentar a Mariano Pavone en el banco de suplentes se esfumó con un arranque a puro gol. La ventaja llegó al minuto de juego con una gran acción del colombiano Juan otero, que después de sacarse de encima de Gastón Aguirre con un caño, picó la pelota ante la salida de Josué Ayala. Enseguida llegó el tanto de Pablo Lugüercio y apenas pasado el primer cuarto de hora Gastón Fernández festejaba sus 112 tantos en primera división. Era demasiado Estudiantes ante un desorbitado Temperley. Tres goles en 16 minutos.
El ex técnico de newell’s, Arsenal y Godoy Cruz diagramó un flexible 4-3-3 en el cual el centro del ataque lo ocupaba la Gata Fernández, pero casi siempre más retrasado que los otros dos atacantes, otero y Lugüercio. Los tres delanteros intercambiaban posiciones, en oposición a lo que podía ofrecer Pavone, un clásico número 9. El Tanque tampoco fue opción en las tres variantes del segundo tiempo.
La disparidad de la primera mitad dejó lugar a una lucha pareja en la segunda etapa. Temperley se lanzó con una línea de tres en el fondo que retrasó a Rodrigo De Ciancio como líbero mientras que Adrián Arregui ingresó para ser volante central. La inclusión de Marcos Figueroa afiló un poco el ataque celeste, que de todas maneras siempre se topó con la seguridad de Mariano Andújar. Estudiantes ya había hecho todo lo necesario para quedarse con los tres puntos.