El sonido del silencio en Elqui
Partimos de La Serena –capital de la Región de Coquimbo, en Chile– recorriendo un camino bordeado por vides y enmarcado por la cordillera de los Andes. Bello, sinuoso, colorido, luminoso.
Llegamos a Pisco Elqui, uno de los principales destinos turísticos del Valle de Elqui. Su historia está vinculada con el origen y la producción de pisco chileno.
Nos hospedamos en el Hotel Astronómico Elqui Domos, emplazado en la majestuosidad de las altas montañas, en un predio que permitió la distribución de ocho “domos geodésicos” a ambos lados de un largo pasaje ascendente. Cada domo (poliedro cuyas caras triangulares forman hexágonos o pentágonos y cuyos vértices tocan la superficie de una esfera imaginaria que lo circunscribe) construido en lona vinílica de color blanco tiza con su interior en madera clara, cuenta con dos niveles. En el de la planta baja se sitúan el estar, la cocina y el baño.
Las ventanas son de vinílico transparente y las puertas se cierran por medio de cierres relámpago o de cremallera. En el primer piso se ubicaba el dormitorio (el techo corredizo permite ver el cielo). Cada domo tiene una terraza, en ella comimos a la luz de la luna y las estrellas solos de toda soledad, una “picada” al estilo argentino en la que no podían faltar unos buenos quesos, pan y vino.
En el gran domo central funciona la recepción y el desayunador que visitamos por la mañana.
Fue una experiencia única, excepcional. Un lugar mágico. La paz en la inmensidad. Conocí el sonido del silencio.