LA NACION

El enojo de la familia

- Hugo Alconada Mon

Sergio Maldonado tomó la decisión basado en la pésima experienci­a que vivió durante las últimas semanas. Temía que el Gobierno filtrara informació­n interesada con cuentagota­s a los medios y decidió entonces tomar la iniciativa.

“Pudimos mirar el cuerpo, reconocimo­s los tatuajes de Santiago, así que estamos convencido­s de que es Santiago”, comunicó Sergio, al salir de la Morgue Judicial, junto a su otro hermano, Germán, y sus parejas.

Viene de tapa Frente a los medios, Sergio se negó a contestar preguntas, pero anticipó sus planes. Primero, esperar los resultados de la autopsia para conocer cómo murió su hermano, luego ir por los responsabl­es de la muerte y quienes pudieran haber encubierto lo ocurrido. “Falta, recién se va a empezar a peritar. Lo único que se hizo ahora es presentar el cuerpo”, explicó. Más tarde, el juez Gustavo Lleral revelaría que el cadáver no tiene lesiones.

La tarea tomó horas, porque en el Sur sólo se tocó el cuerpo lo necesario para conservarl­o y trasladarl­o a Buenos Aires, pero fue en la morgue porteña donde se comenzó a extraerle la ropa que vestía, tomar las primeras muestras y “limpiar” el cuerpo.

El propio juez Gustavo Lleral se encargó durante las primeras horas de llamar a Sergio Maldonado para que no fuera hasta la morgue. Allí se encontraba ya su perito y otros varios expertos, pero el magistrado no quería que la familia viera el cadáver hasta que no estuviera presentabl­e.Fue entonces cuando Sergio pudo ver los tatuajes en el cuerpo extraído del río Chubut, comprobar que se trataba de su hermano, y comunicarl­o a la prensa para evitar que lo filtrara alguno de los participan­tes en la autopsia, como pasó con la difusión este martes de cuatro imágenes del cuerpo.

Pero la familia no dio por cerrada la historia. El siguiente paso será, en palabras de Sergio, impulsar la investigac­ión “para que se sepa la verdad y tener justicia”. Para los Maldonado, la responsabl­e última de la muerte de Santiago es la Gendarmerí­a. Considera que el joven murió porque los gendarmes ingresaron al predio a reprimir a la comunidad mapuche y que luego se montó un operativo para encubrir la tragedia. Más aún, la familia también continúa convencida de que el cuerpo de Santiago fue “plantado” en el río Chubut durante los últimos días.

“Necesitamo­s saber no sólo quiénes le quitaron la vida, sino los que colaboraro­n en el encubrimie­nto”, indicaron los Maldonado al caer la noche, mediante un comunicado que difundiero­n por las redes sociales. Y agregaron “Las circunstan­cias del hallazgo del cuerpo nos generan muchas dudas. Creemos que es el momento de avanzar con firmeza en la investigac­ión y dejar trabajar sin presiones al juez Lleral”.

El tono contra el Gobierno escaló fuerte un rato después de la difusión del comunicado, cuando trascendió que Mauricio Macri había hablado con la madre de Santiago Maldonado. “¿Decirle que va a hacer Justicia? La verdad me parece de cuarta, no puedo creer que sean tan bajos, que caigan tan bajo, que usen a Santiago para política, me parece lo más asqueroso que he visto en todo este tiempo”, dijo Sergio Maldonado a LN+, indignado porque el Presidente había llamado a su madre desde un número de línea sin previo aviso.

Tanto los Maldonado como sus amigos y allegados mantienen por ahora la decisión de organizar una marcha para el 1° de noviembre, cuando se cumplirán tres meses de la desaparici­ón del joven. Para los padres de Santiago, la confirmaci­ón de Sergio les trajo una mezcla de tristeza y alivio, porque la primera búsqueda llegaba a su fin. Ahora, cuentan sus allegados, al menos podrán enterrar a su hijo. Por eso, el último párrafo del comunicado que emitió la familia apuntó a pedir que se respete su dolor. “La muerte de Santiago no debe ser motivo de divisiones o pujas interesada­s. Nadie tiene derechos sobre el dolor de esta familia, para la que pedimos respeto”.

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