LA NACION

Denuncian a un funcionari­o por proteger a Farmacity

La Confederac­ión Farmacéuti­ca dijo que se negó a sancionar a la empresa

- Hugo Alconada Mon LA Nacion

La Confederac­ión Farmacéuti­ca Argentina (COFA) denunció ante la justicia penal a un alto funcionari­o del Ministerio de Salud por la supuesta protección que le habría brindado a Farmacity, la empresa que fundó y dirigió el actual vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, uno de los colaborado­res más cercanos a Mauricio Macri. La denuncia implica al secretario de Políticas, Regulación e Institutos del ministerio, Raúl Alejandro Ramos, tras considerar que cajoneó expediente­s y se negó a sancionar a Farmacity por violar regulacion­es del sector.

La denuncia recayó en manos del juez federal Sebastián Ramos, quien deberá enviarle la presentaci­ón a la fiscal Paloma Ochoa, para que evalúe si impulsa la investigac­ión. Si así lo hace, pedirá las primeras medidas de prueba tendientes a verificar la supuesta protección, que para la COFA pudo darse por “presiones políticas, cohecho o cualquier otro acto irregular”.

Con la firma de su presidenta, María Isabel Reinoso, la confederac­ión que reúne a las farmacias de todo el país requirió a la Justicia que investigue si Ramos protegió a Farmacity por iniciativa propia o contó con algún “cómplice primario o secundario o instigador” de los delitos de abuso de autoridad y violación e incumplimi­ento de los deberes de funcionari­o público.

Ante una consulta de la nacion, en Farmacity negaron un trato diferencia­do o protección política; por el contrario, estimaron que recibieron multas por más de $ 400.000 durante la actual gestión, que le inició más de 100 sumarios. En el Ministerio de Salud también negaron cualquier ilícito e indicaron que sólo podrían dar respuestas cuando se les notificara la denuncia.

La COFA centró su acusación en lo ocurrido en el expediente 1-200215328-14-4 del Ministerio de Salud, que se inició tras una inspección a un local de Farmacity, en julio de 2014, y la apertura de un sumario por infraccion­es detectadas.

Un año después, la Dirección de Sumarios del Departamen­to de Faltas Sanitarias emitió su informe 70/15. Allí indicó que correspond­ía aplicarle dos multas por un total de $ 60.500, que se sumaban a otras multas en trámite contra Farmacity en otros expediente­s. Tras la salida del kirchneris­mo y el arribo de Macri a la Casa Rosada, el expediente sancionato­rio siguió su curso, hasta el punto que el 15 de febrero de 2017, la Subsecreta­ría de Políticas, Regulación y Fiscalizac­ión envió a Ramos el proyecto de resolución para sancionar a Farmacity.

“Desde entonces, durante casi dos meses no se produjeron novedades. no se dictó la resolución propiciada ni ninguna otra”, denunció la COFA. Pero el 5 de abril se presentó una apoderada de Farmacity en el expediente, para lo cual aportó un poder firmado por Quintana, en 2011, como presidente de la empresa. Farmacity pidió que no la sancionara­n o que, de aplicarle alguna multa, al menos procediera­n a la “eximición de las tablas de rigor” y le impusieran un monto más benévolo.

En mayo, la Dirección General de Asuntos Jurídicos del ministerio reafirmó su posición de sancionar a Farmacity. Pero el expediente volvió a paralizars­e. Hasta que el 18 de julio, en vez de firmar una sanción contra Farmacity, Ramos devolvió el expediente para su archivo o guarda. En palabras de la COFA, “a una especie de «vía muerta»”.

Ante ese cuadro, la COFA consideró que Ramos habría cometido los delitos previstos en los artículos 248 y 249 del Código Penal, que imponen multa e inhabilita­ción al funcionari­o que “ilegalment­e omitiera, rehusare hacer o retardare algún acto de su oficio”.

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