Isla de Pascua Cataluña
En su carta, el lector Patricio Herrera, desde Chile, minimiza las posibilidades de que Rapa Nui –la Isla de Pascua–, ubicada a más de 3000 kilómetros de las costas de ese país, pueda subsistir por sus propios medios si fuese declarada independiente. He visitado esa isla cuatro veces, con motivo de viajes a la Polinesia. Chile se ocupa bien poco de su prosperidad. El aeropuerto es de una precariedad asombrosa, dos veces nos tocaron cortes de luz, sin agua en los baños, un bar cualunque, etcétera, lo cual implica grandes diferencias con los hermosos aeropuertos del territorio continental. Los chilenos no permiten operar a otras aerolíneas que no sean chilenas, con lo cual es imposible viajar a ellas o a la Polinesia desde Sudamérica si no se utiliza LAN, o la actual Latam, la cual es monopólica, para llegar al archipiélago francés. Rapa Nui es de etnia polinésica, con su idioma, música y cultura. Si tuviese un aeropuerto que permitiese mayor competencia y formase un país con la isla de Juan Fernández y la paradisíaca isla Henderson (que los ingleses entregarían con gusto), podría ser un gran polo turístico, escala técnica de vuelos para exportaciones de contraestación con los países del sudeste asiático, y además, podrían cobrar por los permisos de pesca en el Pacífico (recuérdese la distancia con el continente), de gran magnitud y que hoy en día percibe Chile. Podrían ser independientes, como lo serán los de la Polinesia Francesa –lo cual ya ha sido dispuesto por Francia–, y el archipiélago de Hawaii, cuya desvinculación del territorio continental de los EE.UU. también ya está en camino.
Los pascuenses se niegan a que los sigan utilizando, a ellos, a sus aguas y a sus potencialidades turísticas, culturales y económicas. No son chilenos, sino pascuenses-maoríes que consideran a los chilenos meros ocupantes. Este tema no tiene la menor conexión con el tema mapuche. Patricio A. Navarro paddyscally@gmail.com