NOTA DE TAPA
Volver a las tiendas
Cuando comprás en un negocio pequeño, no estás ayudando a un CEO a comprarse su tercera casa de vacaciones. Estás ayudando a una chiquita a acceder a sus clases de baile, a un niño a tener su camiseta de fútbol y a los padres a poner la comida en la mesa. Comprá local”. La leyenda de una pizarra junto a un negocio de barrio pronto se hizo viral en toda red social. Porque, además de ser un dato real, da cuenta de una tendencia en alza: la experiencia de compra está volviendo a ser personal y cada vez más consciente. De a poco, dejamos de ir solamente en busca del ítem de moda en manos de la gran empresa para pensar dónde conseguirlo a un costo más sustentable. Volvimos a darle valor al origen de las cosas y su impacto en el mundo. Y así llegamos al movimiento de la compra
boutique, que, en una suerte de camino inverso al que hicieron nuestros padres, nos lleva a los negocios de barrio y los vendedores-dueños, que invierten parte de sus ganancias en la misma comunidad, lo que hace a un verdadero círculo virtuoso.
VESTITE MEJOR
Puede parecer más difícil de hacer en una gran ciudad, pero es solo cuestión de saber buscar. Dentro de Club, por ejemplo, existen varios exponentes.
Uno de ellos es Casiopea, un negocio de ropa con curaduría exquisita ubicado en el bello pasaje Arenales, en Recoleta. Allí sus dueñas, Carmen y Rosario García Balcarce, hacen de la asesoría personalizada su sello, otro atributo que suelen brindar estos espacios en contraposición con las grandes marcas. “En los locales a la calle de pequeñas firmas hay más tiempo. Más servicio. Más interacción con el cliente”, apunta Carmen. Según cuenta, en Casiopea el fin es garantizar una experiencia de compra agradable. “Que más allá de comprar un producto, la clienta se vaya habiendo pasado un buen rato. Le damos ideas y compartimos experiencias e inquietudes; asesoramos con humildad. Nos ponemos en su lugar sencillamente porque tenemos tiempo y ganas de hacerlo”, agrega.
Asimismo, García Balcarce trae a colación la diferencia de precios, que en las firmas presentes en shoppings implican, dentro del valor de cada prenda, contratos de alquiler altos y asfixiantes. “Solo acceden las marcas grandes, que cobran precios muy elevados”, sostiene. Los espacios más barriales, en cambio, pueden negociar con menos autoritarismo sus condiciones, y eso puede extenderse luego a mejores precios.
Además, entran en juego la originalidad y la artesanalidad. Detrás de las últimas tendencias, los gigantes no suelen darle tanto espacio al diseño de autor. Cosa que sí sucede, por ejemplo, en Ruma Zapatos, una “marca de calzado de alta costura y
pret-à-couture que revaloriza la mano de obra artesanal”. Buscando brindarles valor agregado a sus colecciones, se caracteriza por combinaciones frescas de texturas, colores y elementos en sus productos. “Creo que la gente está volviendo a comprar en tiendas y negocios más barriales porque las propuestas son más interesantes y brindan mejor atención, precio e identidad”, apunta María Giannone, dueña.
Para ella, los consumidores buscan precisamente esta diferenciación creativa en el producto, “que tengan vida y alma”. Y de la mano de las redes sociales y la tecnología, cada vez más emprendedores y diseñadores pueden hacer conocer sus creaciones y ampliar su público. “Iniciamos esta propuesta hace 15 años, y en ese momento muchos me miraban asombrados sin entender qué negocio quería hacer. Pero hoy cada vez más personas desarrode llan sus marcas con esta modalidad de personalización y fuera de la moda del momento”, finaliza Giannone.
TAMBIÉN PARA LA CASA
Y si la asesoría personal es valorada en cuestiones de moda y vestimenta, ni hablar cuando se trata de la casa.
En esta línea se inscribe Good Luck Casa, con una única boutique en Recoleta desde la que tientan con su estilo relajado y moderno, con amplia variedad de sillones y complementos de fabricación nacional. Desde aquí no solo asesoran a particulares, sino también a hoteles y empresas. “Interpretamos el estilo de cada cliente para aportar diseño y armonía al espacio elegido. Todos los productos se realizan a medida en nuestros talleres”, describen. Y aquí mismo es donde entra en acción otro rasgo interesante de estos negocios: suelen apostar al talento local. Como en este caso, a través floreros y vajilla realizados en cerámica por artesanos y artistas argentinos.
Con un local en Palermo, Boulevard Furniture es otro espacio de decoración que aúna calidez y diseño. Dedicados a la creación, producción y comercialización de muebles contemporáneos, atienden tanto particulares como empresas, pero su foco nunca deja de ser la calidad de sus productos y la esencia del diseño. “Tradición y modernidad se conjugan en BLVD para dar vida a muebles que revisitan el pasado, adaptándolos a las últimas tendencias y resaltando a la vez la nobleza de los materiales utilizados”, cuentan. Y aunque de un único local, su alma está en la propia fábrica, que les permite realizar un seguimiento minucioso y con cuidado en cada detalle del proceso de creación, con lo que se aseguran lo mejor de ambos mundos: servicio personalizado y rigurosidad de multinacional. RAZONES TRAS EL FENÓMENO Ahora bien, ¿por qué se está dando este regreso a las bases? La primera respuesta es fácil: el bolsillo. Las grandes marcas, ya esclavas del sistema, tienen precios cada vez más imposibles, y los pequeños locales ofrecen un gran diferencial. Como decía la memorable Lita de Lazzari, “camine, señora, camine”, y si llega a una de estas tiendas, seguramente encontrará mejores opciones para su economía.
Por otro lado, hay una personalización de la compra. El vendedor o dueño no estará tan ansioso por vendernos como por conservarnos como clientes, y en el futuro hasta establecer una relación de vecindad.
Y finalmente, entra en juego la conciencia. Cansados de tanto consumismo sin sentido, hacer nuestras compras en espacios de diseño, donde cada objeto fue pensado con amor y dedicación, implica una diferencia enorme de energía y valor con respecto a lo que llevamos a casa. Parece un detalle, pero es el camino a una vida más sustentable.