Snapchat, el infalible anzuelo de los fueguitos
Los adolescentes son el blanco perfecto para depender de esta app
Snapchat, específicamente, es el ejemplo perfecto de cómo es posible lanzar un anzuelo para volver a los adolescentes dependientes de una aplicación. El éxito en su cometido lo alcanzó creando los fueguitos, streaks o racha, según como se le dice en los países de América. Se trata de un número que tiene cada usuario en su conversación con otro, y que indica durante cuántos días consecutivos ambos contactos se estuvieron enviando snaps (fotos).
Entonces, si dos amigas se comunicaron vía Snapchat por 380 días consecutivos, el número aparece en su conversación al lado de un emoji de fuego. Si en 24 horas no hubo comunicación entre ambas, los fueguitos vuelven a cero. Es decir, hay que usar la app al menos una vez al día, ya que descontinuar los fueguitos puede ser entendido incluso como un desinterés en la relación.
“Si sé que voy a estar uno o más días offline, le doy la contraseña a dos de mis amigas para que ellas manden los fueguitos desde mi cuenta”, dice Micaela, una usuaria de 13 años. En este sentido, compartir el password con amigos es una práctica bastante habitual entre los adolescentes para no “perder los fueguitos”, cuando el usuario no puede disponer del teléfono o señal.
Porque hay algo que es tan cierto como infalible: a nadie le gusta perder algo. Especialmente si estuvo trabajando en eso cada día desde hace casi dos años. Eso mismo es lo que le pasó a Milena, una estudiante de 15 años, cuando un día se levantó y se encontró con que por error Snapchat le había borrado sus ¡500! fueguitos.
Su desesperación fue tal que envió un mail a Snap Inc para reclamar el error. Al no obtener respuesta siguió insistiendo una y otra vez. Hasta que llegó a enviar 21 mails. Los fueguitos fueron restituidos. Aleluya. La madre también sintió un bálsamo. Se había convertido en el único tema de conversación cotidiana.