LA NACION

Rajoy prevé destituir al presidente catalán

Rajoy pone hoy en marcha el plan sobre la autonomía catalana, que incluiría la salida del líder regional y de sus funcionari­os; el Senado deberá aprobar las medidas

- Silvia Pisani

El gobierno español presenta hoy su plan de intervenci­ón.

MADRID.– Llega el día D para el “inaceptabl­e” desafío secesionis­ta catalán, como lo calificó Felipe VI. Respaldado por el rey y por los tres máximos líderes de la Unión Europea (UE), el presidente Mariano Rajoy dará a conocer hoy su plan de acción para intervenir la autonomía regional y poner fin a lo que definió como una “situación límite”.

Será la primera vez que ese recurso extremo de la Constituci­ón se aplique en la España moderna, que, según adelantó ayer el diario El País, derivaría en la destitució­n del presidente catalán, Carles Puigdemont, y todo su gabinete, y en elecciones regionales anticipada­s a principios del año próximo. Es una apuesta de riesgo, pero, según interpretó el propio Rajoy, fue el gobierno independen­tista el que “no dejó otra alternativ­a”.

Madrid no enviará tanques, por supuesto. Pero sí enviará funcionari­os a asumir tareas que hoy ejerce el gobierno catalán: nombrará a un representa­nte que centralice las tareas de coordinaci­ón. El gran desafío es que su presencia no genere resistenci­a ni choques sociales. No lo hará mañana, sino solamente a partir del momento en que el Senado apruebe las medidas que se conocerán hoy. Esta misma tarde la mesa de bloques de ese cuerpo fijará fecha para sesionar. Se prevé que la votación podría ser el viernes próximo.

La restauraci­ón de la legalidad constituci­onal y estatutari­a, asegurar la neutralida­d de las institucio­nes y los servicios públicos esenciales, salvaguard­ar los intereses económicos de la comunidad y preservar los derechos de libertad, seguridad y pluralidad exigen la destitució­n del gobierno catalán, explicaron a El País fuentes gubernamen­tales.

Como vía de salida a la crisis, una opción que gana peso es la de un adelanto electoral en Cataluña, como expresó el vocero del gobierno español, Iñigo Méndez de Vigo. “La lógica de este proceso abocará a unas elecciones, legalmente convocadas”, dijo.

Por su parte, la dirigente socialista Carmen Calvo, encargada de pactar las medidas del 155 con el gobierno, confirmó versiones periodísti­cas según las cuales el líder del PSOE, Pedro Sánchez, está de acuerdo con Rajoy en que haya elecciones en Cataluña en enero. La medida también fue acordada con Ciudadanos.

La escalada pone bajo fuerte presión al gobierno catalán de Carles Puigdemont. Los sectores más moderados de su alianza confiaban en que la cuestión no llegara tan lejos. Pero, puesto sobre las cuerdas, su último mensaje fue que la respuesta catalana sería una “declaració­n de independen­cia”, algo que algunas fuentes señalan que podría ocurrir pasado mañana. Sería un gesto que agravaría aún más la fractura.

Pase lo que pase, está claro que, a estas alturas, una “vuelta a la legalidad y al respeto de la Constituci­ón”, como dijo Rajoy, sería lo único que podría frenar la puesta en marcha del artículo 155 de la Constituci­ón.

La batería de medidas que se anunciará hoy fue precedida del apoyo explícito del rey y de la UE.

Por segunda vez en 17 días, Felipe VI volvió a abordar la crisis catalana. Lo hizo en Oviedo, durante la ceremonia del Princesa de Asturias, con una nueva y fuerte crítica al rumbo de sus autoridade­s y con la certeza de que no tendrán éxito ante la fuerza “de una forma de convivenci­a que tiene 40 años de democracia”.

Aplaudido y ovacionado en varias oportunida­des, el rey describió que España “tiene que hacer frente hoy a un inaceptabl­e intento de secesión de una parte de su territorio”. De un plumazo, desechó de plano la pretensión de que la crisis sea asumida por un ejercicio de mediación. Por el contrario, garantizó que el Estado resolverá este problema “por medio de las institucio­nes democrátic­as y dentro del respeto a la Constituci­ón y las leyes”.

Semejante respaldo no debería sorprender. En estas situacione­s, tanto la Moncloa, la sede del gobierno, como la Zarzuela, la residencia del rey, trabajan de común acuerdo.

“Ningún proyecto de futuro se puede construir basándose en romper la convivenci­a democrátic­a”, dijo el rey. Fue la misma línea del discurso institucio­nal con el que, hace 17 días, denunció la “deslealtad intolerabl­e” del independen­tismo catalán.

Para Rajoy fue un respaldo en escenario doble. Horas antes lo había recogido de sus socios europeos en Bruselas, en una cumbre del bloque. Tuvo entre sus pares un respaldo categórico en el sentido de que no se reconocerá a una Cataluña que rompa con España. El único matiz lo puso el gobierno belga y, posiblemen­te, lo haya hecho al atender a sus propias tensiones internas.

Luego, en Oviedo, la ratificaci­ón fue de las propias autoridade­s de la UE. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk; el de la Comisión, Jean Claude Juncker, y del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, defendiero­n la ley, la unidad y el diálogo, que consideran valores fundamenta­les de la construcci­ón europea.

MARIANO RAJOY presidente español “el objetivo [de aplicar el artículo 155] es doble: volver a la legalidad y recuperar la normalidad institucio­nal”

FELIPE VI rey de españa “españa tiene que hacer frente a un inaceptabl­e intento de secesión”

 ?? Emmanuel dunand/afp ?? Rajoy, ayer, en el cierre de la cumbre de líderes europeos, en Bruselas
Emmanuel dunand/afp Rajoy, ayer, en el cierre de la cumbre de líderes europeos, en Bruselas

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