El misterio y la magia de una edición limitada
Una versión única, una confección artesanal. El placer de tener un producto de lujo en su mayor expresión.
En el taller, a media luz, la máquina de inyección trabaja con precisión quirúrgica, guiada con sabiduría por la mano y la imaginación del orfebre. Cada segundo es vital: la atención debe ser absoluta; el detalle, valioso. El especialista se inclina sobre el zamak, un metal formado por la combinación milimétrica de zinc, aluminio, magnesio y cobre, que tras un proceso de pulido manual, logra un tono rústico y, a su vez, de gran elegancia, dureza y resistencia. El símbolo recuerda aquellos grabados que llevaban los caballeros en sus escudos en el Medioevo. Al mismo tiempo, es claramente moderno, logrado mediante alta tecnología, en diálogo con las aleaciones que dan vida a los objetos contemporáneos. Tradición y futuro, de eso se trata. Así, con esta exigencia, es como se elabora cada una de las etiquetas metálicas que luego irán sobre las botellas magnum Prix de Baron B, la f lamante edición limitada de este espumante, uno de los mejores de la Argentina. Se trata, a fin de cuentas, de recuperar el concepto mítico del metier
d’art, el trabajo que aplica cada artista sobre el material elegido, para transformarlo en algo nuevo y superior, en una obra de arte única. La misma tarea que realiza un diseñador de alta costura, cuando desarrolla por ejemplo el encaje de una prenda exclusiva a pedido. O el valor que suma un artesano, cuando moldea a mano, pieza por pieza, una colección de joyas. En ese cuidado, en esa búsqueda incansable de lo irrepetible, es donde reside el valor último de las ediciones limitadas. Es una respuesta imaginada por el lujo a la masificación del consumo, a esa globalización repetida una y mil vez que deviene de la producción industrial. Es por esto que las ediciones limitadas son objetos de deseo, tan reconocidos y codiciados por coleccionistas y consumidores de todo el planeta, sea en la búsqueda de un automóvil fuera de catálogo o en la de una fragancia creada especialmente con ingredientes exóticos recogidos a mano. En este caso, el objeto de deseo es un gran espumante: Baron B. Sus pequeñas y delicadas burbujas se formaron de manera paciente a través de los años. De aromas complejos y delicados, ésta es la primera vez que Baron B presenta una edición limitada. De distribución exclusiva, esta edición Prix de Baron B incluye apenas unas pocas botellas, todas Magnum, el mejor formato para la guarda de los grandes vinos del mundo. Delicioso hoy, a lo largo de los próximos años el espumante irá adquiriendo complejidad arómatica y gustativa. Cada botella trae su etiqueta forjada en zamak, junto con el bozal y un anillo en el mismo material con la clásica imagen de la corona de la marca. Materiales nobles para contener una bebida de pura nobleza. Está claro: no es una de esas botellas que se descorchan al azar, sino que está pensada para ser disfrutada en ocasiones muy especiales. Porque de eso se trata el lujo en el siglo XXI: de vivir momentos únicos.