Una nueva escuela
En el barrio Cuartel V, ubicado en el partido bonaerense de Moreno, se produjo recientemente un verdadero acontecimiento: la inauguración de la escuela primaria Nº 84. No fue fácil lograrlo, ya que la petición se había iniciado ocho años atrás. Antes, los chicos de la comunidad estaban casi hacinados en otros establecimientos de la zona, situados a tres kilómetros de distancia, con las dificultades de movilidad que ello indica.
En 2010, la asociación civil El Arca se informó del problema y comenzó a tratarlo con los vecinos que experimentaban las dificultades de tener a sus hijos lejos de sus casas y en escuelas que resultaban reducidas para la actividad de los alumnos.
Las peticiones se fueron renovando sin resultados cada año hasta que, al ver que las promesas de las autoridades no se cumplían, se presentó un recurso de amparo que resultó finalmente efectivo.
Así se llegó al armado de 12 aulas modulares sobre una playa de cemento. De ese modo, pudieron iniciarse las clases, aunque todavía precariamente, y con un año escolar cumplido en más de la mitad.
En las vísperas de la iniciación, con muy buen espíritu de colaboración, las maestras se hicieron cargo de las tareas de limpieza, traslado e instalación del mobiliario y la correcta presentación de las aulas, porque hasta entonces no había sido designado el correspondiente personal auxiliar.
Durante la ceremonia inicial, habló Mónica Dillon, directora provincial de Escuelas Primarias, quien señaló que cada docente habrá de fijar las metas accesibles a su cumplimiento en el tiempo lectivo que resta.
Evidentemente, se ha dado un paso significativo, aunque falta mucho por hacer en la escuela. Así, por ejemplo, las salas de clase sólo se ven protegidas por alambre tejido y el lugar donde funciona el establecimiento se torna de tránsito imposible cuando llueve y el barro domina la vía de acceso.
Del mismo modo, restan numerosas tareas por cumplir. Sin embargo, reconforta saber que hubo y habrá padres y alumnos de otras escuelas decididos a colaborar, a asistir al momento feliz de la inauguración para plegarse a la alegría de quienes lograban su primer objetivo.