Modifican en el Senado la reforma de la Procuración
Las diferencias en el peronismo generaron tensión en las negociaciones
La Comisión de Justicia y Asuntos Penales del Senado volverá a discutir hoy el proyecto de ley que busca introducir profundas modificaciones en el Ministerio Público Fiscal y dejar atrás los cinco años de gestión de Alejandra Gils Carbó al frente de la Procuración General de la Nación.
Esta será la segunda reunión y hasta ayer nadie atinaba a arriesgar si el Gobierno contaría con la mayoría necesaria para firmar dictamen al proyecto impulsado por Federico Pinedo (Pro-Capital) en sociedad con el jefe el bloque PJ-FPV, Miguel Pichetto (Río Negro).
La prudencia se justifica en las heridas que dejó en el interior del PJ el apuro por avanzar con el proyecto demostrado la semana pasada por el sector de Pichetto, lo que se tradujo en un polémico cruce en plena comisión con el vicepresidente de la bancada, Miguel Mayans (FPV-Formosa), que salió en defensa de Gils Carbó.
En aquel encuentro, la Comisión de Justicia escuchó las posturas de fiscales y organizaciones civiles y de derechos humanos que cuestionaron aspectos centrales de la iniciativa, como el relajamiento de las mayorías necesarias para designar y para destituir al futuro jefe de los fiscales y la eliminación de las procuradurías especiales creadas por la actual procuradora.
Según pudo saber la nacion de fuentes legislativas, ayer se había avanzado en cambios sobre el proyecto original, atendiendo los reclamos de la semana pasada.
Así, se mantendría la mayoría agravada de dos tercios en el Senado para destituir al procurador. Sin embargo, para acusar al funcionario ante la Cámara alta ya no se exigirá la misma relación de fuerzas en Diputados, sino que alcanzará con mayoría absoluta (129 votos).
También se atenderá el reclamo de las organizaciones de derechos humanos para que no se eliminen las procuraciones especiales, como las que persiguen los delitos de lesa humanidad y la trata de personas.
No obstante, el oficialismo no cederá en su intención de relajar las mayorías necesarias para designar al procurador. Atendiendo a que se limitará el mandato a cinco años prorrogables por otros dos, Cambiemos busca eliminar la exigencia de la mayoría agravada de dos tercios de los presentes del Senado para la designación, reemplazándola por la mayoría absoluta (37 votos positivos).
Esta cláusula fue, precisamente, la piedra de la discordia que enfrentó la semana pasada a Pichetto y Mayans.
El oficialismo tampoco parece dispuesto a ceder en la cláusula transitoria que le permitiría al próximo procurador revisar los nombramientos hechos por Gils Carbó, medida avalada por el gremio judicial de Julio Piumato.