En las jaulas del zoo, habrá restaurantes
Funcionarán áreas de concientización y de gastronomía
El gobierno de la ciudad envió a la Legislatura un proyecto de ley para otorgar a empresas privadas la concesión por 30 años de las antiguas jaulas de los animales del Ecoparque. Son un total de 21 edificios patrimoniales, que abarcan unos 35.000 metros cubiertos y que fueron declarados monumentos históricos nacionales. La iniciativa prevé convertir esos espacios en mal estado en sitios de concientización sobre la fauna a los que se les añadirán locales gastronómicos.
Por ley, cuando una concesión se extiende por más de cinco años debe someterse a la aprobación de los legisladores. Por eso, el Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología, a cargo del paseo, envió el proyecto a la Legislatura para que sea debatido en los próximos días.
“Autorízase al Poder Ejecutivo a concesionar el uso y la explotación de nuevos espacios, cubiertos o descubiertos, en el predio del Jardín Zoológico de la Ciudad por un plazo de hasta treinta (30) años”, se lee en la iniciativa. “Se les da el permiso por ese tiempo para justificar la gran inversión que deberán hacer”, informaron a voceros de la Unidad de Proyectos Especiales del Ecoparque porteño (UPE), que es el organismo encargado de la reconversión del ex zoológico.
El monto de las licitaciones se definirá de acuerdo con las ofertas recibidas. Además, pedirán una tasación oficial al Banco Ciudad, para garantizar un mínimo de base. Las concesiones se otorgarán por separado, para cada una de las construcciones. La primera etapa abarcará ocho edificios. Entre ellos, figuran: la osera, el acuario, la felinera, el edificio Bagley y la confitería El Águila. La empresa privada deberá restaurar los edificios de acuerdo con las especificaciones del ex zoo, con la aprobación de la Comisión Nacional de Monumentos, Sitios y Lugares Históricos. Voceros del organismo afir- maron a este medio que no habían recibido el proyecto aún.
En la segunda etapa se concesionarán el reptilario, el pabellón de los loros, la fosa de leones, el templo hindú de elefantes, la Choza o ex Congoleña, el antiguo monario azul, la casa de ciervos, el templo hindú de cebúes, el pabellón ruso, el pabellón de camellos, la casa de las jirafas, el chalet de rinocerontes, la condorera, la antigua caballeriza, el Museo de Arte Infantil, la ex casa de los pumas y víboras y la administración.
Según la ley Nº 5752, que regula la actividad del Ecoparque, las propuestas de las empresas privadas deberán tener por fin “actividades recreativas y de concientización en materia de conservación y preservación del ambiente, servicios y propuestas complementarias”.
“Las confiterías serán parte del proyecto de transformación, lo importante es que ofrezcan un consumo sustentable”, adelantaron desde la UPE.
El comienzo de las licitaciones dependerá de distintas variables. “La primera y fundamental es el bienestar de los animales”, indicaron. Antes de otorgar los permisos se trasladarán los ejemplares a otros espacios. Si alguna especie, por alguna razón, no puede ser derivada, su recinto no se concesionará.
El plan prevé además la construcción de nuevos espacios, también otorgados a empresas privadas. La superficie total de estos no podrá superar el 3% de la superficie total del predio, que comprende 18 hectáreas en la comuna 14. En agosto pasado, la Ciudad cerró las puertas del zoológico para transformarlo en el Ecoparque.
En el predio, de 81 edificios, 42 construcciones que no fueron declaradas monumento están siendo demolidas. El resto, las patrimoniales, abarcan un total de 39 obras. De ellas, 21 son las que se concesionarán. En 1997 el conjunto edilicio paisajístico que repre- senta el zoo fue declarado monumento histórico nacional.
Las futuras licitaciones desataron la polémica entre especialistas y vecinos. “Es una locura hacer una concesión. Otra vez estamos haciendo negocios privados mezclados con el patrimonio de un lugar histórico”, opinó Pedro Kesserman, presidente de la Asociación de Vecinos de Plaza Italia. Por su parte, la historiadora del paisaje Sonia Berjman señaló: “Por ser monumento histórico hay elementos que no se pueden transformar, mucho menos sin tener un proyecto final concreto aprobado”.
Las organizaciones de defensa de los animales también cuestionaron el plan. “La idea de que el zoológico sea un negocio viene rondando desde hace tiempo y este plan la confirma”, dijo Eduardo Murphy, del Centro Argentino para el Derecho Animal, que a su vez alertó respecto del estrés que provocan en los animales las obras en el predio, especialmente en los osos de anteojos. “Licitamos la salida de esa especie, estamos esperando oferentes para que los alojen”, dijeron desde la UPE, y adelantaron que aún resta trasladar a los centros de conservación unos 1200 animales
Desde la Comisión de Seguimiento de la Transformación del Zoológico, formada por un grupo de legisladores, afirmaron que el plan los tomó por sorpresa. “No nos avisaron nada. Otra vez quieren entregar todo a los privados. Es una barbaridad”, indicó el diputado socialista Adrián Camps.