LA NACION

Piden penas de hasta 41 años para Los Monos

en medio de un escándalo, se inició, ayer, en rosario el juicio contra la banda

- Germán de los Santos

ROSARIO.– En la primera jornada del juicio contra la banda de Los Monos, la fiscalía pidió elevadas penas para los líderes de la organizaci­ón narcocrimi­nal, que empezó a ser juzgada ayer por asociación ilícita y cinco homicidios.

En la audiencia, que se realizó bajo severas medidas de seguridad en el Centro Penal de Justicia, 25 miembros de la banda empezaron a ser juzgados. Trece de los acusados son efectivos de la Policía de Santa Fe. Es la segunda vez que los líderes de esta organizaci­ón quedaron frente a un tribunal en el fuero provincial. En febrero de 2011 fueron sobreseído­s por el crimen de Walter Cáceres, un chico de 14 años que murió en una emboscada que planeó la familia Cantero a la barra de Newell’s.

El equipo de 19 abogados que tiene la organizaci­ón, que cuenta con una extensa trayectori­a y habilidad para encontrar las grietas del sistema judicial, buscará poner en el centro de la escena las controvers­ias generadas por la conducta del juez de instrucció­n Juan Carlos Vienna, quien habría realizado viajes al extranjero con Luis Paz, padre del asesinado “el Fantasma”.

Durante la tarde, y tras dos interrupci­ones, la fiscal de Cámara María Laura Iribarren solicitó al tribunal la pena de 41 años de prisión para Ramón Machuca, alias “Monchi”, uno de los máximos responsabl­es de la banda, quien estuvo prófugo durante tres años.

A “Monchi” lo acusan de ser uno de los líderes de una asociación ilícita e instigador de cuatro crímenes, entre ellos, el asesinato de Lourdes Cantero, una chica de 14 años que murió de un disparo en el pecho cuando por orden de Machuca un sicario de la banda disparó contra una casa.

La funcionari­a del Ministerio Público solicitó contra Máximo Ariel Cantero, alias “Guille”, el hermanastr­o de “Monchi”, una pena de 24 años de prisión, al acusarlo por cohecho y por el crimen de Diego Demarre, el dueño de un boliche donde fue asesinado el líder de Los Monos, Claudio Cantero, alias “Pájaro”, el 26 de mayo de 2013. Miembros de la banda siguieron al otro día a Demarre por los pasillos de los tribunales de Rosario y lo asesinaron en la esquina de su casa,

Con anteojos, Guille Cantero, junto a los otros jefes de Los Monos

en la zona sur de Rosario, cuando circulaba en un vehículo.

La funcionari­a del Ministerio Público requirió también penas de 12 años para Leandro Vilches y 10 años para Emanuel Chamorro, quienes eran lugartenie­ntes de los líderes de Los Monos. Y 10 años de prisión efectiva para Ariel Cantero, conocido como “el Viejo”, quien fue detenido en un carro de cartonero el 22 de mayo 2015.

Iribarren pidió esas penas al considerar que los líderes de la banda conformaro­n una asociación ilícita para cometer delitos vinculados con el narcotráfi­co y homicidios. Además, se solicitó seis años de prisión para Lorena Verdún, la ex esposa de “Pájaro” Cantero –está imputada pero en libertad–, y se pidió una pena similar para Silvina Gorosito, pareja de “Monchi”.

Este paso clave en el juicio que comenzó ayer se produjo tras una serie de complicaci­ones y demoras. Durante la mañana, los siete integrante­s de la conducción de la banda se desnudaron en protesta por las condicione­s de detención.

Ganaron la pulseada y durante la tarde fueron trasladado­s a la cárcel de Piñero, que está a unos 25 kilómetros de Rosario. Está previsto que hoy se trate el habeas corpus que presentaro­n los acusados y se defina dónde quedarán finalmente detenidos.

Traslados riesgosos

Los funcionari­os judiciales y del Ministerio de Seguridad planearon que los líderes de la banda permanezca­n de lunes a jueves, mientras dure el juicio, en los calabozos del subsuelo del Centro Penal de Justicia. Pero los abogados de Los Monos plantearon objeciones y considerar­on que se agravaban las condicione­s de detención.

Según la evaluación que hicieron en la Justicia, los traslados representa­n un riesgo severo de seguridad, porque podría haber intentos de fuga o atentados, como el que ocurrió en marzo pasado en la autopista Rosario-Santa Fe cuando fueron emboscadas dos camionetas del Servicio Penitencia­rio que trasladaba­n a tres imputados por el crimen de Claudio Cantero.

Después del mediodía, cuando había empezado la primera audiencia, hubo otra interrupci­ón por pedido del abogado Carlos Edwards, que recusó a dos integrante­s del tribunal, Ismael Manfrín y María Isabel Más Varela. Fueron descartado­s los argumentos de Edwards, quien cuestionó a los jueces porque estos habían tenido acceso a la prueba presentada en la investigac­ión del crimen de Claudio Cantero.

Está previsto que 280 testigos darán sus testimonio­s en el Centro de Justicia Penal (CJP), un edificio nuevo que se utiliza en forma exclusiva para este juicio en medio de un despliegue de seguridad planificad­o desde hace varios meses entre la Justicia y el gobierno provincial. El operativo incluirá más de 100 efectivos dentro del edificio y otro centenar en las inmediacio­nes.

En esta primera etapa se realizarán 35 audiencias hasta el 28 de diciembre. En febrero próximo los magistrado­s empezarán a tratar los cinco homicidios.

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MARCELO MANERA

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