LA NACION

Un minisubmar­ino robot se sumó a los equipos del operativo de rastreo

El hospital de Comodoro Rivadavia está en alerta por si se produce el rescate de la tripulació­n

- Ana Tronfi

COMODORO RIVADAVIA.– En las últimas horas de la tarde de ayer, un desfile de camiones trasladó parte de los últimos contenedor­es desde el aeropuerto de esta ciudad hasta el puerto, para la carga en el buque Sofia 100, en el marco del operativo de búsqueda del ARA San Juan. Con este último traslado llegó una nueva esperanza: el minisubmar­ino que, operado de manera remota, intentará encontrar y rescatar a los 44 tripulante­s.

Ayer, pasadas las 13, partió del puerto de Comodoro Rivadavia el buque petrolero noruego Skandi Patagonia. El responsabl­e de la Armada Argentina, capitán de Navío Gabriel Atis, explicó que “en un día y medio o dos, según el estado del mar, se podrá estar en la zona”.

Atis precisó que el Skandi Patagonia lleva “un sonar de búsqueda lateral, una campana de salvamento que es operativa hasta los 250 metros y un vehículo de opeal remota desde la superficie para poder inspeccion­ar el fondo, operativo hasta los 1200 metros”.

“Nos encontramo­s aún en la fase de búsqueda y es una manera preventiva de estar alistados con un medio de rescate cerca en caso de tener que solicitarl­o”, explicó.

Ayer, a última hora de la tarde, llegó en un avión C17 el minisubmar­ino que será montado en el Sofia 100, que “viene acoplado con una cámara hiperbáric­a” a utilizarse “en el caso de que los tripulante­s hayan sido sometidos a presión”. Informó que “la parte más difícil del montaje del Sofia 100 es el dispositiv­o de bajada del submarino, que es un marco de hierro muy grande, que se monta en la popa, donde va colgado para poder llevarlo al mar. Esto lleva un dispositiv­o de seguridad, por eso la demora es de entre 48 y 72 horas”.

El minisubmar­ino de escape fue ensamblado en esta ciudad, tiene entre siete y ocho metros de largo y puede posarse sobre la pista que el ARA San Juan –que alcanza los 66 metros de largo– tiene en su parte superior. En caso de encontrar el submarino y a la tripulació­n con vida, este “aterrizaje” bajo el agua permitirá que los sobrevivie­ntes accedan a través de una escotilla al submarino de rescate, que tiene una capacidad de hasta 16 personas, y así ser llevados a superficie.

Toda la ayuda de la armada norteameri­cana está apostada en Comodoro Rivadavia, en donde se realizan las principale­s tareas para dar con la embarcació­n perdida. Hay más de 170 personas trabajando para ensamblar equipos, buzos tácticos y especialis­tas y unos 345.000 kilos de equipo.

Comodoro Rivadavia también se prepara para recibir a la tripulació­n con vida.

La directora del hospital regional de esta ciudad, Miriam Monasterol­o, brindó detalles del protocolo de emergencia que se dispuso en caso de que arriben los tripulante­s del submarino buscado desde el miércoles en Chubut.

Monasterol­o informó que se acondicion­ó “el hospital ante un posible traslado de los tripulante­s” y que se suspendier­on cirugías programada­s.

“Acondicion­amos salas y refunciona­lizamos el servicio de guardia con mayor cantidad de médicos en el lugar. En este momento la guardia no está restringid­a, pero cuando avisen sobre el traslado de marinos, sí”, afirmó la directora del hospital.

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