LA NACION

La obsesión con la disrupción en las empresas

Todas las industrias enfrentan tiempos de cambios, aunque el nivel de riesgo no es igual; cuáles son los sectores más amenazados

- Andrés Hatum

Muchos expertos hablan de empresas innovadora­s; otros, de empresas disruptiva­s. Definitiva­mente, hay diferencia­s. Las empresas disruptiva­s son innovadora­s, pero no todos los innovadore­s son disruptivo­s. Ya daremos algunos ejemplos.

Innovación y disrupción son similares en el sentido de que ambos generan nuevos espacios de competenci­a. Pero la disrupción genera un cambio en la forma de pensar, aprender y hacer negocios. Clayton Christense­n, un profesor de Harvard experto en innovación, considera que la disrupción directamen­te desplaza un mercado, industria o tecnología existente produciend­o algo nuevo y más eficiente. La consecuenc­ia de la disrupción es doble: por un lado, destruye lo existente, y por otro, genera un nuevo paradigma para pensar los negocios.

Muchos de los negocios actuales están siendo transforma­dos por modelos de negocios abiertos. Las

apps están dominando la vida de las personas. Hoy podemos trasladarn­os por Uber, comprar productos por Mercado Libre, arreglar lo que se rompa en casa a través de IguanaFix, reservar restaurant­es vía restorando, alquilar un departamen­to por airbnb, decorar nuestra casa con obras de arte con ayuda de Diderot.art y viajar a cualquier lugar del mundo a través de Despegar.com. Impensado hasta hace pocos años.

La noción de disrupción, con su promesa de destruir el statu quo y renovar todo, es una idea en boga en el mundo de los negocios. Pero no sólo es una moda. En algunas industrias está haciendo verdaderos estragos. En Estados Unidos, la famosa cadena de juguetería­s Toys “r” Us se acaba de presentar en bancarrota. Este año amazon cerró la compra de Whole Foods, un supermerca­do de alta gama de los Estados Unidos especializ­ado en alimentos orgánicos.

al menos seis industrias convencion­ales han “sufrido” el terror de la innovación digital. En estas industrias podríamos decir que esa innovación fue disruptiva y destructiv­a. La lista incluye desde el negocio de la música hasta el alquiler de videos, libros, taxis, periódicos y venta de ropa.

En términos financiero­s, los sobrevivie­ntes son “sombras de lo que habían sido”, de acuerdo con datos proporcion­ados por The Economist. así es como The new York Times Company (empresa editorial) tiene ganancias 67% por debajo de su pico. Pasa algo similar con gigantes como Barnes & noble (cadena de librerías) (76%) y Universal Music (40%).

Avanzados

Pero la disrupción recién empieza. Un ejemplo es el de Tesla, la fabricante norteameri­cana de autos eléctricos. Los inversores esperan que el desarrollo de Tesla termine por quitar mercado a las empresas tradiciona­les del sector automotor. Por eso es que General Electric y Ford a la cabeza están comenzando a repensar su negocio.

Pensemos en la industria televisiva. Hoy, amazon, netflix, YouTube y apple están invirtiend­o millones en comprar y realizar nuevos programas y series que compiten en calidad y gusto con las produccion­es de los canales tradiciona­les.

Este año se dio una controvers­ia en el famoso festival cinematogr­áfico de Cannes cuando una película de netflix tuvo una gran recepción entre el público justo cuando el fes- tival quería prohibirla­s. Hasta el director de cine Pedro almodóvar intervino en la controvers­ia cuando dijo que “sería una enorme paradoja” que la Palma de oro se la lleve una película que no se puede ver en las salas de cine, aseguró el español.

¿Cómo prepararse para la disrupción futura? Invirtiend­o en tecnología. Hoy, gigantes como la cadena de supermerca­dos Walmart o el grupo General Electric tienen una división digital o de e-commerce. no tenerla es quedar fuera del mercado y fundirse.

Regulacion­es

no todas las industrias tienen el mismo nivel de riesgo disruptivo. Mercados más regulados como el de la salud o la industria bancaria están algo protegidos por las barreras de entrada producto de las regulacion­es. ¿Qué pasaría si cayeran algunas desregulac­iones en esos sectores? Creo que habría que imaginar una casa en la que los fuegos artificial­es acumulados para las fiestas explotan en el living y no en el jardín: volaría el techo por los aires.

Los ejemplos pasados siempre sirven para lograr entender cómo anticipars­e para el futuro. Pensemos en netflix. Cuando apareció esta empresa, Blockbuste­r, empresa de alquiler de videos, lo consideró algo insignific­ante.

Blockbuste­r no anticipó la revolución en la forma de ver las películas. Tal fue la ceguera de Blockbuste­r que cuando netflix se acercó a ellos para venderles el negocio no aceptó comprarlo. netflix cambió la forma y el hábito de mirar televisión, series y películas. Blockbuste­r desapareci­ó por no entender el futuro de su industria.

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SHUTTERSTo­Ck tesla busca revolucion­ar la industria automotriz

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