La UIA condiciona inversiones a la aprobación de la reforma tributaria
industria. Para Acevedo, los cambios en los impuestos afectan las decisiones empresarias
Será una nueva excusa para alzar la voz. Pero no se parecerá a las de los últimos 22 años. Esta vez –el lunes y el martes próximos–, los industriales plantearán sus reclamos mientras el Congreso discute las reformas estructurales propuestas por un gobierno más significativas en años.
La 23ª Conferencia Industrial fue diseñada –según la Unión Industrial Argentina (UIA)– para responder a los desafíos del largo plazo de la producción local. Pero la agenda del encuentro, con sus invitados y paneles, será, claro está, un camuflado mapa de los diversos intereses sectoriales.
El presidente de la conferencia es Eduardo Nougués, hombre de Ledesma (azucareros), actualmente en pie de guerra con el Gobierno por los aumentos a los impuestos internos a las bebidas azucaradas (Coca-Cola, entre otras), los cambios en el precio del etanol y la quita de algunas exenciones a las contribuciones patronales en el noroeste. “Fue nombrado en enero”, afirmó ayer en la presentación de la agenda del evento Miguel Acevedo, presidente de la UIA, para evitar suspicacias, esas que ya corrían entre colegas presentes en el masivo cóctel que Panamerican Energy (PAE) organizó anteayer en el Colón.
Acevedo, que caminó los pasillos del emblemático teatro junto al constructor Gustavo Weiss, ayer estaba acompañado en la UIA por Nougués y el director ejecutivo de la entidad fabril, Diego Coatz. “Tengo el discurso de apertura”, bromeó Nougués ante la consulta, y ofreció un anticipo: “Nos sorprendió el impacto de la reforma tributaria en las economía regionales. Es un golpe”.
Los paneles debatirán como eje la “industria 4.0”. Pero la búsqueda empresarial está en los detalles de siempre: el peso del Estado y la burocracia, la litigiosidad, los costos laborales (Jorge Triaca dará el presente), los negocios relacionados con la inversión pública en infraestructura y la carga impositiva en la Argentina.
“Hay sectores que están viendo en qué terminan esas medidas”, anticipó Acevedo ayer sobre los impuestos, y advirtió: “El tema tributario es muy fuerte a la hora de decidir inversiones”. Sobre los sectores que aún están afectados por los impuestos internos, como los productores de gaseosas o jugos azucarados y de bebidas espirituosas, Acevedo informó que negociarán en el Congreso. Piden volver a la situación anterior (como ocurrió con el vino y la cerveza), pero, en caso contrario, aceptan incorporar el gradualismo a la ecuación. Son versiones que corrieron toda la semana sin confirmación. Ayer, el oficialismo en el Parlamento le daba algo de vida a ese rumor.
Más allá de los paneles, algunos esperarán ver el tercer round entre el Banco Central y la UIA por las tasas de interés. Es probable que las críticas lleguen del equipo económico de la entidad fabril, ya que Federico Sturzenegger no será parte del evento, como sí lo fue en 2016, cuando criticó a la institución. Primer round.
“La baja del dólar no es a propósito. Es un dólar libre”, contestó Acevedo a una consulta de la nacion sobre el achatamiento del valor de la divisa por las elevadas tasas del Central para bajar la inflación. “Hay un déficit que el Estado financia con fondos del exterior, lo que implica una competencia con los privados. La suba de tasas para bajar la inflación es una herramienta monetaria que deja a las pymes muy descolocadas”, agregó. Ya hace unas semanas, en la propia UIA, Sturzenegger les había advertido a los industriales que en el país se habían acabado los créditos subsidiados. El segundo round.
Pero Acevedo anticipó además dos temas que encontrarán eco en los pasillos, la comidilla entre empresarios y funcionarios. “La estamos estudiando”, dijo sobre la propuesta de reforma previsional que, más allá de cambiar la fórmula de ajuste de los haberes jubilatorios, ofrece la opción a los trabajadores de atrasar cinco años su jubilación. “No tengo miedo a la flexibilización”, dijo el número uno de la UIA, en tanto, sobre la reforma laboral. Allí el oficialismo ya resignó varios puntos ante la CGT, entre ellos los nuevos contratos para trabajadores independientes por fuera de la ley marco. “Era moderna”, había comentado Acevedo, que pidió “humanizar el capital”.
El cierre, confirmaron en la UIA, estaría a cargo de Mauricio Macri, siempre y cuando haya buenas noticias con la intensa búsqueda del ARA San Juan.