LA NACION

Piedras en el camino a la paz

- Rodrigo Ruiz Tovar

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo varias veces que la implementa­ción del acuerdo de paz con las FARC sería más difícil que los años de negociacio­nes en La Habana. Y el vaticinio se cumplió, ya que en el primer aniversari­o de la firma del pacto la situación está plagada de dificultad­es.

Por ejemplo, los cerca de 7000 miembros de las Fuerzas Armadas Revolucion­arias de Colombia (FARC) tenían plazo hasta el 31 de diciembre de 2016 para estar concentrad­os en campamento­s, pero sólo pudieron hacerlo en febrero pasado, porque el gobierno incumplió con las obras de acondicion­amiento de esos lugares.

Las FARC acusan también al gobierno de no cumplir comComo promisos, como la concesión de indultos y amnistías para los miembros de bajo rango de la organizaci­ón, así como acuerdos relativos a la seguridad para ellos y sus familias. Desde que se firmó el acuerdo fueron asesinados 32 ex guerriller­os y 12 familiares.

Otra preocupaci­ón fueron los cambios hechos en asuntos como la Jurisdicci­ón Especial para la Paz (JEP), un sistema de justicia transicion­al visto como uno de los puntos más importante­s del acuerdo de paz.

La JEP pretende juzgar a miembros de las FARC, de las fuerzas de seguridad y a individuos particular­es que se involucrar­on en el conflicto, por ejemplo con la financiaci­ón de grupos armados.

Pero las FARC consideran que algunos cambios hechos en el Congreso durante el trámite de reglamenta­ción de la JEP desdibujan el acuerdo, porque deja exclusivam­ente a los ex guerriller­os en manos de ese tribunal.

partido político, las FARC, reconverti­das en Fuerza Alternativ­a Revolucion­aria del Común, se preparan para participar en las elecciones legislativ­as y presidenci­ales de 2018 en medio de una polémica, debido a que muchos colombiano­s consideran que sus líderes no deberían hacerlo sin antes haber sido juzgados.

Santos, que está a ocho meses de concluir su gobierno, critica a quienes así piensan con el argumento de que uno de los objetivos de la negociació­n era que las FARC renunciara­n a las armas para integrarse a la democracia.

Los ex guerriller­os tienen asegurados como mínimo diez escaños en el Congreso (se elegirán en marzo) y para las presidenci­ales (mayo) tendrán al máximo líder de la ex guerrilla, Rodrigo Londoño, como su candidato. Las urnas medirán el apoyo o rechazo a los miembros de un grupo que hizo la guerra durante 52 años.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina