Grossi, el embajador que transmitió la noticia
Es el representante en Austria y experto en temas nucleares
Rafael Grossi fue el encargado de transmitir al Gobierno la noticia que llenó de desesperanza a las familias de los 44 marinos a bordo del submarino ARA San Juan. El embajador argentino en Austria recibió ayer la notificación de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (Otpce) de que se había registrado un “evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear, consistente con una explosión”, en palabras que más tarde usó el vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi, en la conferencia de prensa.
Teniendo en cuenta que ese organismo detecta movimientos sísmicos o alteraciones hidroacústicas con el fin de descubrir a países que realizan ensayos nucleares en todo el mundo, Grossi había sugerido pedirle al ente que analizara sus registros para verificar si hubo una explosión en la trayectoria del submarino. El Gobierno elevó ese pedido hace “cuatro o cinco días”, según indicó Grossi ayer.
“Este organismo no está buscando esos tipos de datos. Nosotros fuimos y le planteamos el problema. Lo que ellos han hecho es de una gran generosidad porque no es a lo que se dedican. Es el resultado de un profundo análisis técnico de la organización”, sostuvo el embajador.
En la Argentina no hay, probablemente, otra persona que sepa más que él de asuntos nucleares. Su trayectoria como experto en la temática le valió reconocimiento internacional, al punto de integrar la cúpula del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Cuando Susana Malcorra era canciller y la atención del Gobierno estaba puesta sobre la definición de su candidatura a la Secretaría General de las Naciones Unidas, Grossi fue el otro argentino que disputaba un cargo internacional de peso.
El actual embajador fue el número dos de la OIEA y sonaba, para fines de 2016, como posible sucesor del japonés Yukiya Amano, que buscaba seguir al frente de la entidad. Finalmente, tras el fracaso de la candidatura de Malcorra y las idas y venidas del Gobierno, que demoraba en hacer público su apoyo al experto nuclear, el futuro de Grossi en ese organismo quedó en la nada y Amano consiguió su tercer período.
La Otpce posee una red global de estaciones y micrófonos especiales y ese es el mecanismo que utilizó para detectar la presunta explosión en el submarino ARA San Juan el 15 de noviembre último a la mañana.
Creada en 1996 y más conocida como Ctbto, por sus siglas en inglés, la entidad tiene presencia en más de 70 países y un presupuesto millonario –unos US$ 130 millones anuales–. Uno de sus objetivos es promover la entrada en vigor del tratado y la creación de un régimen de verificación para cuando esté operativo.