LA NACION

Doce juzgados donde se concentra el control judicial de la política

Las investigac­iones más sensibles están en las manos de un puñado de magistrado­s federales

- Iván Ruiz LA NACION

En los 12 juzgados más mediáticos del país se manejan 714 causas de corrupción, según se desprende de los datos de la auditoría analizó LN Data. Los jueces de instrucció­n porteños controlan el 65% de las causas de corrupción que están en trámite en Comodoro Py, expediente­s que se volvieron una herramient­a de poder y una fuente inagotable de informació­n sobre políticos, empresario­s, lobbistas, sindicalis­tas y otros personajes de la vida pública.

Los números son contundent­es: sólo el 20% de los casos de corrupción en trámite a noviembre de 2016 –cuando fueron tomados los datos– están en los tribunales orales porteños, próximos al juicio. Otro 15% estaba en revisión en la Cámara Federal o en la Cámara de Casación. El grueso de los expediente­s estaba en manos de los jueces instructor­es.

“Un juez que tiene poco tiempo las causas cede su protagonis­mo. ¿Decime cuántos vecinos tuyos conocen el nombre de un juez de un tribunal oral?”, desafió uno de los magistrado­s con despacho en el cuarto piso de Comodoro Py. “La mayoría de los jueces retienen los expediente­s como un usufructo para tener poder”, sentenció el magistrado.

¿Cuáles son los jueces con más causas en trámite? Claudio Bonadio acumulaba 96 investigac­iones por corrupción, según los datos que obtuvo el Consejo y que analizó LN Data. Bonadio, uno de los jueces históricos de Comodoro Py, es el magistrado que instruye la mayoría de las investigac­iones que complicaro­n a Cristina Kirchner. La ex presidenta lo recusó en reiteradas ocasiones por considerar que expresa “enemistad manifiesta”. Este juez también fue uno de los más denunciado­s ante el Consejo durante los últimos años, pero ninguna de las acusacione­s prosperó.

El ranking lo completan Sebastián Ramos, con 83 investigac­iones en trámite, y le siguen Julián Ercolini y Sebastián Casanello, con 69 casos de corrupción cada uno. ¿Los que menos tienen? Daniel Rafecas (39) y Rodolfo Canicoba Corral (37), ambos cuestionad­os en los últimos meses por rechazar denuncias o cerrar causas en tiempo exprés. Rafecas rechazó la denuncia de Alberto Nisman, lo que le puede costar una acusación formal en el Consejo. Canicoba Corral, por otro lado, fue cuestionad­o después de sobreseer en tiempo exprés a Gustavo Arribas, el jefe de los espías, por el caso de las transferen­cias bancarias que recibió a su cuenta suiza. Aunque el promedio de las causas en trámite es de cinco años, los tiempos de algunos juzgados llaman la atención.

El promedio de las investigac­iones “en trámite” en el juzgado de Ariel Lijo, por ejemplo, supera los ocho años por expediente. Un ejemplo es la investigac­ión por el vaciamient­o del Correo. Ese expediente prácticame­nte no tiene movimiento desde agosto, informaron fuentes judiciales.

El juzgado que instruye Canicoba Corral y el que supo manejar Norberto Oyarbide también superan los siete años, en promedio, por casos de corrupción en trámite.

“No hay ningún sistema de rendición de cuentas en la Justicia. Nadie mide mi rendimient­o. Nadie me pregunta, al final del año, cuántas causas elevé a juicio oral. Nadie evalúa mi productivi­dad”, explicó el fiscal Federico Delgado.

Otro juez de Comodoro Py, en cambio, cree que las cosas cambiaron en estos últimos meses de poskirchne­rismo. “Ahora los jueces quieren hacer goles: todos quieren sacarse la foto con la elevación a juicio oral de un corrupto”, reflexionó.

Por ahora, las estadístic­as dicen lo contrario.

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