Capturan en Río al poderoso líder narco de Rocinha
“Rogério 157” era uno de los más buscados del país
RÍO DE JANEIRO.– Con ayuda de los militares, la policía de Río de Janeiro capturó ayer a uno de los criminales más buscados de Brasil, Rogério Avelino da Silva, alias “Rogério 157”, jefe del narcotráfico en la favela Rocinha, una de las mayores de la ciudad.
“El narcotraficante fue detenido en la comunidad de Arará, en la zona norte de Río, durante una operación integrada de las fuerzas de seguridad comandada por la Secretaría de Seguridad”, informó el organismo estatal, que había ofrecido una recompensa de 15.000 dólares por información sobre el paradero del fugitivo, acusado de homicidio, extorsión y tráfico de drogas.
Ex integrante del grupo narcotraficante Amigo dos Amigos (ADA), “Rogério 157”, de 35 años, se había vuelto el cabecilla de la banda tras la detención en 2011 del hasta entonces máximo jefe, Antonio Francisco Bonfim (41), alias “Nem”, de quien era su escolta personal. Sin embargo, con “Nem” en la cárcel, las relaciones entre ambos deterioraron.
Con miedo a perder su negocio, desde la prisión “Nem” encomendó a tres de sus emisarios ordenar la salida de “Rogério 157” de Rocinha. Pocos días después, los enviados de “Nem” aparecieron muertos, supuestamente ejecutados por el ahora mandamás del morro. Según información de las fuerzas de seguridad, “Rogério 157” se habría vuelto miembro de la banda rival de ADA, el Comando Vermelho (CV), considerado el mayor grupo narco de Río.
Desde entonces, un enfrentamiento armado se libró entre ADA y CV en Rocinha, lo que llevó a que sus cerca de 70.000 habitantes vivieran en constante terror ante los tiroteos. En septiembre pasado, el presidente Michel Temer ordenó la asistencia de los militares. Fueron enviados 8500 efectivos a Río, de los cuales 1000 se desplegaron en Rocinha.
En el operativo de ayer, en el que no se disparó ni un tiro, participaron 2900 agentes. Con tanquetas y helicópteros los militares aseguraron el cerco terrestre y aéreo alrededor de las favelas de Mangueira, Tuiuti, Mandela y Arará, área desde donde se habían recibido datos sobre la presencia de “Rogério 157”.
Según el comisario de la policía militar Gabriel Ferrando, el fugitivo estaba oculto en una casa humilde junto a dos guardianes. Al sentirse acorralado, “Rogério 157” saltó la pared del patio y buscó refugiarse en una casa vecina, donde había una mujer sola. La policía lo halló sobre la cama, escondido debajo de una manta. Alegó ser primo de la dueña de casa y llamarse Marcelo, pero no tenía documentos que comprobasen su identidad e insinuó un soborno a los agentes. Llevaba un reloj Rolex, tenía las uñas pintadas y vestía una remera negra con la frase Wild spirit (espíritu salvaje). Los policías que lo capturaron se tomaron selfies con el detenido esposado.