Del enojo de Picetti al atraso de Carrió: crónica de una jura animada
La ceremonia de la Cámara de Diputados incluyó momentos de celebración y de tensión
La ceremonia de jura de los diputados electos suele tener condimentos pintorescos y la de ayer no fue la excepción. Elisa Carrió llegó tarde y debió jurar sola al final de la sesión; una candidata quiso asumir y no la dejaron; gobernadores y funcionarios sentados en primera fila para ver a sus esposas ocupar una banca y juramentos de lo más llamativos: hubo quien lo hizo “porque los delincuentes no vuelvan a gobernar más el país”, hasta quien juró por los 44 submarinistas del ARA San Juan.
En la misma sesión en la que juraron 126 de los 127 diputados electos (queda definir una banca por la Capital), los bloques apoyaron la continuidad de Emilio Monzó (Cambiemos) como presidente de la Cámara de Diputados. La única excepción fue la izquierda, que se abstuvo. Monzó, agradecido, se comprometió a convocar más sesiones ordinarias –un reclamo unánime de la oposición– y señaló, frente a las críticas sobre el gasto excesivo en la Cámara de Diputados, que en dos años se ahorraron unos 400 millones de pesos.
Acompañarán a Monzó en la conducción de la Cámara, los diputados José Luis Gioja (Frente para la Victoria), Luis Petri (Cambiemos) y Martín Llaryora (Argentina Federal) en las vicepresidencias primera, segunda y tercera. Todos hombres, ninguna mujer, señaló Leonardo Grosso, de Peronismo para la Victoria. “Esto demuestra la subrepresentación de la mujer en el Congreso”, protestó Victoria Donda.
Quien también protestó, aunque sin hacer escándalo, fue Joanna Picetti, quien pretendía asumir su banca por la Capital. Previo a las elecciones, Picetti fue excluida de la nómina de candidatos luego de que sus compañeros de lista, encabezados por Carrió, se enteraran de las acusaciones en su contra por maltrato infantil. La cuestión se dirime en la Justicia Electoral; entretanto, Picetti se apareció en la Cámara y, junto a un escribano, labró un acta para dejar constancia de que no pudo asumir.
Mientras tanto, en el recinto, juraban los nuevos diputados, algunos de ellos de regreso, como el santafecino Agustín Rossi (FPV) Graciela Ocaña (Cambiemos) y Martín Lousteau (Evolución).
Los primeros en desfilar frente al estrado fueron los electos por Buenos Aires. “Verdad y Justicia por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel”, exclamó Del Caño. Después juraron los ex gobernadores bonaerenses Daniel Scioli y Felipe Solá, que se fundieron en un abrazo. A su turno, el kirchnerista Horacio Pietragalla dio la nota al jurar “por los 30 mil desaparecidos y por los organismos de derechos humanos, que no son ningún curro”, en alusión a declaraciones del presidente Macri. Su colega de bloque, Hugo Yasky, juró por la “libertad de Milagro Sala”, mientras que Jorge Antonio Romero, también del Frente para la Victoria, lo hizo “por los 44 tripulantes del ARA San Juan”.
Pero si de juramentos llamativos se trata, el diputado salteño Martín Grande (Pro) generó los mayores aplausos. “Juro porque los delincuentes nunca más gobiernen nuestro país”, exclamó.
Desde las bandejas presenciaban la ceremonia varios gobernadores, algunos motivados por razones más bien personales: el cordobés Juan Schiaretti para presenciar la asunción de su esposa, Alejandra Vigo, y el santiagueño Gerardo Zamora, para aplaudir la jura de su mujer, Claudia Ledesma. Por el Poder Ejecutivo estaba el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, con su pequeña hija, para acompañar la jura de su esposa, María Carla Piccolomini.
También estaban presentes el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los gobernadores de San Juan, Sergio Uñac; La Rioja, Sergio Casas, y Chubut, Mariano Arcioni. Asistieron, además, el vicegobernador de Buenos Aires, Daniel Salvador, y los intendentes de La Matanza, Verónica Magario, y de Vicente López, Jorge Macri.