LA NACION

Macri, víctima de su tarifazo en Olivos

La familia presidenci­al redujo el consumo de luz y de gas en la Quinta, pero igual sufre los aumentos

- Pablo Fernández Blanco y Bianca Pallaro

Curiosidad­es del cambio de modelo económico. Los aumentos de gas, agua y electricid­ad que dispuso el gobierno de Mauricio Macri para recomponer la ecuación de las empresas de servicios públicos y reducir los subsidios del Estado incrementa­ron exponencia­lmente el tamaño de las facturas que debe pagar en su propia casa, la quinta de Olivos, pese a que en varios ítems muestra una mayor inclinació­n al ahorro que la anterior inquilina del predio, la ex presidenta Cristina Kirchner. Así se desprende de un relevamien­to que hizo LN Data sobre la base de varios pedidos de acceso a la informació­n y documentos oficiales.

Si bien la Secretaría General de la Presidenci­a, a cargo de Fernando de Andreis, es la responsabl­e de administra­r el complejo y por lo tanto paga las boletas, naturalmen­te se cubren con fondos públicos que aportan los contribuye­ntes a través del pago de impuestos.

El abundante verde que rodea la residencia es quizás uno de los principale­s motivos por los cuales el agua constituye el servicio más oneroso para el Presidente. Tan sólo en los primeros 10 meses del año debió pagar $ 2,2 millones, por encima de los $ 1,3 millones que desembolsó en 2016. En ambos casos, las boletas de Macri están muy por encima de las últimas facturas de Cristina Kirchner, que mantuvo como política pública contener al máximo los aumentos de servicios públicos a cambio de un costo fiscal cada vez mayor.

En el último año de la ex presidenta en Olivos la factura total de Aysa había sido de $ 659.521. De manera que en 2016 Macri pagó un 103% más. Y este año el incremento, en términos comparativ­os, será aún mayor.

Si se mira el consumo, los administra­dores de la quinta de Olivos están especialme­nte interesado­s en que los parques luzcan en todo su esplendor. Quizá por eso pasaron de consumir los 105.015 metros cúbicos (m3) anuales de la época de Cristina Kirchner a los 105.165 m3 del año pasado y los 105.478 de los primeros cinco bimestres de 2017. Es el único servicio que registra un aumento en el consumo.

El cuidado de los parques tiene otros costos, además del agua. A través de una licitación, se contrató un servicio de cuidado integral, correctivo y preventivo de espacios verdes por 12 meses por $ 6,5 millones. El adjudicata­rio beneficiad­o es la firma Cooperativ­a de Trabajo Arcángel Limitada, que recibe $ 544.250 por mes.

El segundo entre los servicios más caros de Olivos es la electricid­ad, que le presta la compañía Edenor. Tan sólo el año pasado debió pagarle a la empresa de Marcelo Mindlin $ 1.724.769,61 en todo el año, un 347% más que el último período de Cristina Kirchner, pese a haber reducido un 3% su consumo.

Los habitantes de Olivos parecen haber entendido mejor este año el pedido que el propio Presi- dente hizo el 11 de julio pasado a toda la población, cuando reclamó estar “abrigados en casa” y no “en remera o en patas”, en medio de la pelea por la suba de tarifas. Así lo demuestran los números, que muestran una caída de hasta el 28% en el consumo eléctrico de Olivos en mayo pasado, cuando bajó hasta los 73.775 kWh.

Pese a la frugalidad presidenci­al, entre enero y agosto de este año se desembolsó un 528% más para pagar la luz en comparació­n con el mismo período de 2015, aunque se consumió casi 6% menos.

El gas está tercero en la lista de los servicios que más fondos le demandan a Macri. Es mérito de los inquilinos de Olivos, que lograron una reducción llamativa del consumo.

La quinta utilizó hasta el bimestre julio/agosto 49.330,30 metros cúbicos, apenas un 60% de lo que empleó en el mismo período del año pasado, con una reducción récord del 83% en enero pasado.

En cuatro de los cinco primeros bimestres del año –hasta donde llega la informació­n disponible–, Macri anotó una reducción del consumo en comparació­n con 2015.

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