Un año que simplificó los trámites
La implementación de reformas que facilitan la actividad exportadora ya está en marcha y se esperan más cambios estructurales
Nuestra capacidad de resiliencia a veces nos obliga a mirar siempre hacia adelante y a olvidar lo que sucedió y lo que se hizo, incluso minimizando ciertos logros. Había cuestiones estructurales que debían desactivarse de inmediato, como el cepo cambiario y las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI), dando paso a la definición de reglas claras, la simplificación y un esquema tributario y de beneficios acorde con la realidad de los mercados y el estado de la tecnología.
Este año fue muy rico en estos temas. Además de instrumentar la plataforma de trámites a distancia (TAD), que disminuyó significativamente el tiempo y el costo de las importaciones, se dispusieron cambios favorables para la importación de equipamiento eléctrico y se modificaron los requisitos y aranceles para importación de bienes usados.
Una de las modificaciones normativas que más beneficios representarán a largo plazo es la posibilidad de garantizar con póliza de caución la multa en sumarios aduaneros, complementada por aquella que agilizó los casos de mercadería detenida. También se regularizaron innumerables sumarios aduaneros con el régimen de la ley 27.260.
Otra herramienta de facilitación es la “ventanilla única del comercio exterior argentino”, que simplificó la exportación de vinos, mostos y productos bajo control del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Por el lado de beneficios a la exportación, se tonificaron las alícuotas, beneficiando a los alimentos, frutas y productos porcinos, y se automa- tizó por completo el procedimiento, eliminando además la fiscalización integral previa por la Dirección General Impositiva (DGI) para el recupero de IVA por exportaciones realizadas trianguladamente.
También se dio respuesta a un largo reclamo del sector exportador de frutas frescas y refrigeradas al crear un régimen específico para declarar precios revisables, evitando así denuncias por declaración inexacta del valor una vez vendida la mercadería en destino. En cuanto al tema cambiario, luego de años de control de plazos cada vez más cortos y fuertes controles, se eliminó finalmente la obligación de ingresar divisas de exportación, con lo cual ya no existe necesidad de ocuparse de vencimientos, trámites ante los bancos ni es requisito para cobrar reintegros, los que segura- mente se cobrarán en cuestión de pocas semanas y sin intervención personal. También caerán todos los sumarios aduaneros y ante el Banco Central por este tema. Otro de los logros fue la derogación del régimen de “aduanas especializadas” reduciendo costos innecesarios y la posibilidad de canalizar a través de couriers pequeñas ventas al exterior sin la necesidad de estar inscripto ante la Aduana, a través del novedoso Exporta Simple.
Sin embargo, quedan aún temas por resolver. Algunos más estructurales, otros más específicos.
Avanzar con la instrumentación de la firma y el expediente electrónico: aún hoy los trámites, en especial aquellos entre distintas reparticiones y los que tienen que ver con sumarios aduaneros, requieren expedientes físicos y traslados que demandan semanas y meses.
Y también profundizar el TAD a trámites como los certificados para importación de bienes bajo el régimen de inversiones mineras.
la Aduana está trabajando intensamente en sumar tecnología en sus actividades y procesos: además de desarrollar sistemas que utilizarán información disponible para una nueva gestión de riesgo, está avanzando en la instrumentación de la figura del operador económico autorizado, programa que permitirá gozar a los particulares que cumplan con determinados requisitos y demuestren seguridad en sus operaciones logísticas de menores y más ágiles controles. Otro de los programas a revisar es el de los precintos electrónicos (PEMA), que si bien aporta mucha seguridad en los tránsitos, al no encontrarse implementado en todo el país genera situaciones de inequidad entre distintas aduanas.
En relación con el Puerto de Buenos Aires, que concentra la mayor cantidad de operaciones acuáticas del país, se está trabajando en temas de planificación e inversión en infraestructura, aunque también hay otros más inmediatos relacionados con la transparencia y la actualización de tarifas. Año tras año se fueron creando nuevos conceptos, con lo cual hoy la tarifa de importación de contenedores high cube se incrementa un 160% siendo su uso muy difundido. En exportación hay cargos que generan confusión o bien se duplican con los de las agencias. El resultado: un costo que al menos se duplica en la exportación de un contenedor por Buenos Aires en relación con el costo de hacerlo por Valparaíso, Chile.
SE AVANZÓ, PERO AÚN QUEDAN ALGUNOS TEMAS POR RESOLVER