Con el camino despejado, Maduro avanza hacia otro triunfo electoral
Mañana se pondrán en juego 335 alcaldías, que en su mayoría quedarían para candidatos chavistas por la abstención de los principales partidos opositores
CARACAS.– Venezuela elige mañana a sus 335 alcaldes en medio de la mayor crisis económica, social y política del país, que no impedirá –sino todo lo contrario– el triunfo aplastante de los candidatos chavistas.
La abstención de los principales partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD); el quiebre interno de la oposición; el asfixiante control del poder bolivariano sobre el pueblo, y el férreo y partidista mecanismo electoral mejorarán, según todos los pronósticos, el resultado obtenido hace cuatro años, cuando los candidatos oficialistas obtuvieron 242 alcaldías, frente a 76 opositoras.
La maquinaria electoral chavista está más engrasada que nunca, tras las elecciones de julio para elegir la Asamblea Constituyente y las regionales de octubre. El objetivo que busca el Palacio de Miraflores es que la victoria sea tan contundente mañana que sirva como rampa de lanzamiento para la nueva candidatura presidencial de Nicolás Maduro. El oficialismo medita adelantar estos comicios entre marzo y abril del año próximo.
Para ello, la revolución extremó el ventajismo que la sostiene desde que llegó al poder. “Hay una nueva cita donde estaremos celebrando la victoria popular”, vaticinó ayer el general Vladimir Padrino López, ministro de Defensa, todopoderoso comandante encargado de la importación y distribución de alimentos, y al frente del Plan República para las elecciones.
Una vez más, los recursos del Estado auparon a los candidatos de Maduro, así como los medios de comunicación. Como observadores internacionales repiten los enviados de la Celac, que ya por adelantado aseguraron que el sistema electoral venezolano es el mejor del planeta. Y sin olvidar el carnet de la patria, convertido en un requisito para votar, según el presidente.
De esta forma, el gobierno quiere combatir la abstención opositora. “Pasando el carnet de la patria [por los centros instalados junto a los colegios electorales] sabemos que [usted] votó. Porque así como ejercemos nuestros derechos sociales y económicos, yo llamo a Venezuela a ejercer sus derechos políticos. Nadie tiene excusa el domingo: la democracia hay que defenderla ejerciéndola. A respaldar candida- turas”, entonó el presidente durante una de sus constantes alocuciones de la semana.
La abstención es respaldada por Primero Justicia (partido del ex gobernador Henrique Capriles), Acción Democrática (liderada por el socialdemócrata Henry Ramos Allup) y Voluntad Popular (creada por el preso político Leopoldo López), además de Movimiento Progresista o La Causa R, e incluyendo a los radicales de María Corina Machado y Antonio Ledezma. Sólo Avanzada Progresista y Un Nuevo Tiempo presentaron sus candidatos, que se mezclan con independientes opositores, como en el caso de los cinco municipios de Caracas. Laberinto
Una vez más, la batalla en la capital concentra casi todos los análisis políticos y resume el actual laberinto venezolano. En el municipio Libertador, el mayor del país, la candidata gubernamental, Érika Farías, pelea contra varios chavistas, como el ex ministro comunista Eduardo Samán. También son de la contienda el chavista disidente Nicmer Evans, cercando a la fiscal rebelde Luisa ortega, y Manuel isidro Molina, de Marea Socialista. La diputada opositora suplente Maribel Castillo cuenta con el apoyo de Avanzada Progresista y Movimiento Al Socialismo (MAS).
Samán, controvertido creador de las areperas socialistas (hoy desaparecidas) y fiscalizador de comercios y tiendas durante meses, ha denunciado de forma repetida censuras y obstáculos contra su candidatura. “Estamos aquí para crear una nueva referencia en el poder popular”, repitió por casi todos los rincones de Caracas, al convertirse en un verdadero problema para las aspiraciones de Farías. Tanto Evans como Molina tampoco dudaron en reivindicar sus ideas de izquierda contra el aparato del Estado.
En los otros cuatro municipios (Chacao, Baruta, El Hatillo y Sucre) la batalla es distinta. Se trata de zonas opositoras, sobre todo las tres primeras, donde independientes y activistas están decididos a mantener el gobierno municipal alejado de las garras bolivarianas, pese a su incapacidad para construir candidaturas unitarias. Una de ellas, en El Hatillo, es la del antiguo preso político Yon Goicoechea, que no ocultó que si está libre es porque admitió concurrir a estas elecciones.