No son todos iguales
El reciente fallo del juez federal Casanello procesando a funcionarios relacionados con el deber de hacer el inventario de glaciares tiene al menos, desde mi opinión, una injusticia y mucho sabor a poco. El fallo procesa a tres ex secretarios de Ambiente por omisiones deliberadas durante el proceso de realización del inventario, siendo que por ser autoridad de aplicación de la ley de glaciares debieron ejecutar una serie de actos para evitar que el inventario demorara tantos años en terminarse y presentarse, lo que lógicamente benefició a la empresa minera Barrick Gold asentada en San Juan y que, rodeada de glaciares y en medio de la zona periglacial, debería haber abandonado el área hace mucho tiempo si esta ley hubiese sido cumplida. Sin embargo, el fallo también procesa al científico Ricardo Villalba, quien en esa época dirigía el Instituto Argentino de Nivología y Glaciología (Inigla) dependiente del Conicet, y cuestiona el mismísimo inventario de glaciares a partir de –según mi opinión– un razonamiento sesgado y una interpretación tendenciosa de los testimonios y la prueba ofrecida durante la querella. El inventario es una herramienta más que promueve la ley de protección de glaciares, y hay otras que asegurarían la protección de los mismos frente a actividades riesgosas y contaminantes, claro está, si las autoridades competentes provinciales y nacionales la hicieran cumplir. Villalba es un científico reconocido a nivel internacional, carga un premio Nobel y otros tantos que hacen que sea el orgullo para la ciencia argentina. Pero lo más importante es un reconocido defensor del ambiente, y la ley de protección de glaciares no sería tan buena si él y su equipo no hubieran participado activamente en su elaboración. Por otra parte, este fallo desacreditando el inventario de glaciares llega en el peor momento, ya que intereses empresariales y gubernamentales pretenden modificar la ley de glaciares, lo que permitiría abrir vastas áreas de ambiente periglacial a las actividades extractivas e incrementar enormemente el riesgo ambiental no sólo para los recursos hídricos, sino sobre todo para las poblaciones del oeste argentino que viven del agua que proviene de la Cordillera de los Andes. Por todo ello, el fallo del juez Sebastián Casanello, a pesar de generar un hito judicial y un triunfo de los defensores del ambiente al procesar a tres funcionarios nacionales, mete en una misma bolsa a este notable científico y hombre comprometido por la defensa del ambiente a partir de una visión errónea respecto del inventario de glaciares y su efecto en la protección de los mismos, y desacredita no sólo a este instrumento, sino al mismo Ianigla y las decenas de profesionales que trabajaron en su elaboración, a pesar de la escasez de recursos y el ninguneo de aquellos que afortunadamente hoy están procesados. En la próxima batalla para defender la ley de glaciares, el Ianigla será un actor fundamental. Defendámoslo. Lic. Eduardo Sosa DNI 20.419.756 Jefe de Gabinete, Secretaría de Ambiente de Mendoza