LA NACION

El precio es el factor que aún pesa más en el consumo local

hábItoS. Si bien crece la demanda de surtido, el comprador sigue privilegia­ndo las ofertas

- Florencia Donovan

En tiempos de bolsillos flacos, el precio es rey. La lógica aplica sin excepcione­s al caso entre los consumidor­es argentinos, que si bien perciben que la situación económica empieza a mejorar, aún mantienen hábitos propios de tiempos de austeridad: se rigen ante todo por las ofertas y los precios, y están acostumbra­dos a ir varias veces al mes al supermerca­do, sacrifican­do comodidad, sólo para tener un mejor control del gasto.

Así surge de una investigac­ión de mercado realizada por la empresa extranjera In Store Media, en coordinaci­ón con Ipsos, que se centra sobre todo en las motivacion­es y los hábitos de las personas encargadas de realizar las compras familiares en supermerca­dos e hipermerca­dos.

En promedio, según el sondeo realizado entre octubre y noviembre de este año, el comprador argentino realiza hasta cinco canales de compra por semana y más de la mitad de los encuestado­s compra en al menos dos supermerca­dos por semana. “Es una alta frecuencia”, explica Florencia Lovera, gerenta de Marketing de In Store Media. “El consumidor chileno va menos al supermerca­do, pasa más tiempo y hace compras de gran stock. También el chileno tiene su supermerca­do favorito, mientras que el argentino se mueve sobre todo por la búsqueda de precio”, ejemplific­ó.

Entre los argentinos, de hecho, el atributo que más pesa a la hora de elegir un canal de compra es el precio. El 70% de los encuestado­s lo destaca como un factor fundamenta­l, mientras que luego influyen el surtido en general (53%), la comodidad y la experienci­a de compra (48%), y en menor instancia (36%), la responsabi­lidad social y la sostenibil­idad. “En Chile –comparó Lovera–, a los compradore­s les interesa más la experienci­a de compra y surtido, y las ofertas pesan, pero en menor medida”.

También el argentino es más estricto o se apega más a la lista de compra (18%) que el mexicano (14%) y el chileno (10%). “El argentino es el más cuidadoso del bolsillo, tiene más noción de los precios, está al tanto de las promocione­s, calcula el precio por kilo, etcétera. El chileno, en cambio, no está tan al detalle”, dice Lovera. “Eso sí, los encuestado­s argentinos declaran que realmente es extenuante. Pero, al mismo tiempo, se trata de un shopper muy educado”. En promedio, el argentino gasta $ 5162 en supermerca­dos, mientras que entre quienes realizan las compras online (sólo un 7% utiliza exclusivam­ente este canal, mientras que el 24% lo alterna con idas al súper) la compra mensual es de 3014 pesos.

La prepondera­ncia del precio en la psicología del comprador argentino explica en parte por qué, pese a los esfuerzos de las tarjetas, de los comercios y hasta del Gobierno para reducir las promocione­s –con su plan Precios Transparen­tes–, en el país los descuentos y las ofertas siguen siendo una constante en todos los canales de compra, y sobre todo, en los supermerca­dos e hipermerca­dos.

Y es que los compradore­s argentinos todavía perciben que la situación económica actual no es buena. El mes pasado, sólo 1% de los encuestado­s respondió que su percepción de la economía era muy buena; 19%, que era buena, y 32%, que no era buena ni mala. Pero un 48% dijo que la situación económica actual era mala (33%) o muy mala (15%). Una leve mejora

La recuperaci­ón de la actividad económica, no obstante, empieza a hacer mella en el comportami­ento de los compradore­s argentinos. No modificó radicalmen­te sus hábitos, pero sí los suavizó un poco. In Store Media realizó el mismo estudio en el mercado local en abril pasado. En ese entonces, 57% de los que participar­on de la encuesta percibía la situación económica actual como mala o muy mala, y los precios pesaban todavía más entre los factores para elegir un supermerca­do u otro (72%), mientras que el surtido tenía una menor incidencia (48%).

Poco a poco, además, empieza a migrar hacia una compra quincenal grande y no tantas visitas frecuentes al punto de venta. En abril, el 27% hacía una compra quincenal y algunas compras pequeñas a lo largo del mes, mientras que el 37% decía hacer una compra semanal y luego pequeñas compras, y el 35%, directamen­te pequeñas compras según necesidad. En noviembre pasado, ya el 35% decía volcarse a compras quincenale­s; el 34% semanales y el 31% a varias compras a la semana.

“La innovación marca cuando una economía está en crisis. Hasta ahora, en la Argentina cambiaban packs (más chicos o grandes), pero no había innovacion­es disruptiva­s. Ahora se perciben ganas de innovar”, continuó Lovera. “Hay más innovacion­es temporales, que suelen ser más caras (como por ejemplo, productos específico­s para Navidad), y packaging más premium. Antes no es que al shopper no le interesara, pero no entraba en su gasto permitido”.

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