Créditos: la baja de tasas es posible
El boom de créditos hipotecarios atraviesa una crisis de crecimiento: las cuotas de las líneas ajustadas por UVA subirán las tasas y aumentará un 10 por ciento promedio por cada punto que se incrementen. Cuál será el impacto en la demanda y sí el modelo es sustentable en el mediano y largo plazo son dos grandes disyuntivas que ocupan al sector. La apuesta del Estado con la oferta de los bancos públicos fue agresiva: arrancó con tasas al nivel de las internacionales –de 3,5 por ciento para clientes– que se presumía serían difíciles de sostener pero “había que arrancar”, dicen los funcionarios que trabajan en el objetivo de disminuir el déficit habitacional. Ya lograron el primer objetivo: aumentar la demanda. Ahora el reto –entre otros– es ampliar el volumen es decir la capacidad prestable. “Un desafío que sólo se logrará con mayor fondeo que viene de la mano de la posibilidad de vender la cartera de los créditos a los inversores que ya están mostrando interés”, analiza Sebastián Sommer, CEO de CasasARG y el desarrollador al que la CNV le aprobó el primer fondo común de inversión cerrado del sector para levantar un proyecto en Caballito. En concreto el empresario se refiere a la necesidad de desarrollar el mercado de capitales, fundamental para generar liquidez, nuevos proyectos y lograr que las tasas vuelvan a bajar. En el mientras tanto, la suba resentirá la puesta en marcha de proyectos sobre todo en las zonas del conurbano destinados al segmento medio bajo, con mayores dificultades a la hora de contar con el ahorro previo –que aumentará aproximadamente 20 por ciento-que exigen los préstamos. Menos afectados serán los emprendimientos de la Capital Federal destinados a compradores con un mayor poder adquisitivo.