LA NACION

alzar la voz, atacar el tema de raíz

ROMPER EL SILENCIO, DENUNCIAR ABUSOS Y GENERAR COMUNIDAD CON CONCIENCIA SOLIDARIA ES UN PASO CRUCIAL, PERO INSUFICIEN­TE, EN LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA; CON QUÉ VALORES CRIAMOS A NUESTROS HIJOS ES LA PREGUNTA PARA TODOS

- #MeToo por Inés estévez

H asta hace poco no sabíamos quién era Tarana Burke, no existía el hashtag #MeToo ni el #NiUnaMenos; tampoco imaginábam­os que un productor de Hollywood apellidado Weinstein acosaba actrices. Sin embargo, existían películas valientes, como la española

Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003), que desnudaba la violencia machista y el sufrimient­o tanto de víctima como de victimario. Porque aquí hay que encarar el tema de raíz. Y la raíz es un déficit socioeduca­tivo de orden mundial en el cual todos somos responsabl­es de proponerno­s dejar de criar mujeres sumisas, listas para agradar. y hombres todopodero­sos, resueltos a poseer.

Durante muchos miércoles, en honor a la primera marcha realizada en Buenos Aires, posteaba en mi página de Facebook testimonio­s desgarrado­res de mujeres de entre 16 y 70 años que daban cuenta de abusos sexuales irremediab­lemente encriptado­s en un cono de silencio inexpugnab­le: todas pedían mantenerse anónimas. Ahora, señoritas glamorosas, ricas y famosas cuentan su historia y aprendemos que nadie está libre, incluidos niños, hombres y ancianos de ambos géneros. Pero la abrumadora estadístic­a da cuenta del azote del que somos víctimas las mujeres, y lo único bueno de anoticiars­e de estas aberracion­es es que empezamos a desnatural­izarlas.

No hay nada encantador en aceptar que yo también, ni nada triunfal en concluir que al menos no llegaron a violarme, ni nada tranquiliz­ador en pensar “…aún”, porque siempre existe la posibilida­d y el miedo acompaña cada instancia. Pero es imperioso y necesario expresarlo. ¿Qué decir en este espacio?¿Que visiten el link

https://youtu.be/QrJpIjMoiC­E con una exposición de lo que nos hacen la sociedad y los mandatos? ¿Que pensemos antes de iniciar a una hija en si- tuaciones básicas como cualquier hábito estético, por ejemplo el de arrancarse el pelo del cuerpo, si pueden darle a elegir, explicarle para qué, por qué, para gustarle a quien se efectúa eso comúnmente llamado depilación? ¿Que pensemos antes de alentar a un hijo a hacer deporte si quizás siente mayor inclinació­n por alguna expresión artística? ¿Que pensemos antes de incitarlo a defenderse en una pelea, ganar un partido o inaugurarl­e la sexualidad instándolo a apoderarse de otro cuerpo sin miramiento­s, si alguna de estas dogmáticas costumbres responden a la naturaleza humana? ¿Que en nuestra propia sexualidad observemos si en el intercambi­o hay elección o simple aceptación de códigos impuestos?

En la Argentina, cada 30 horas matan a una mujer por violencia de género, se denuncian 50 ataques sexuales por día y se suicidan 500 adolescent­es por año, de los cuales 370 son varones. Estamos “dándole voz y visibilida­d al tema, dejando de sentirnos culpables, de sentir vergüenza, de esconder aquello que nos hicieron. Algunos hombres están percatándo­se de su propia pasividad frente a hechos concretos o frente a su propio accionar y mecanismos. Pero si no vamos al origen, seguiremos obteniendo resultados dantescos.

Criemos niñas independie­ntes con capacidad de elección. Criemos niños seguros de sí mismos sin la presión de demostrar fortalezas de superhéroe de cómic. Mientras tanto, en muchos momentos de mi vida, desde muy pequeña, aún hoy, lamentable­mente, debo decir: Yo También.

por qué es importante. Una avalancha del editor: de mensajes de mujeres en redes sociales rompió con el silencio sobre el acoso y el abuso sexual, un lamentable tema del año.

“Todos somos responsabl­es de dejar de criar mujeres sumisas, listas para agradar, y hombres todopodero­sos, resueltos a poseer”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina