LA NACION

La negociació­n reservada de los senadores por el reparto de los despachos

La distribuci­ón no es azarosa e influyen múltiples factores políticos y electorale­s; Cristina se quedó con la oficina más amplia, de 225 m2

- Brenda Struminger

Después de meses de intrigas e intercambi­os de favores en el Senado, se definió finalmente la distribuci­ón de los legislador­es en sus despachos. Sus ubicacione­s no son azarosas, sino el fruto de extensas y arduas negociacio­nes: se heredan por múltiples factores. Desde el color político hasta las relaciones personales con los actores de peso, pasando por las provincias de origen, la performanc­e electoral, la antigüedad, el tamaño del bloque y si se es oficialism­o u oposición. La enumeració­n podría continuar.

Este año, ¿fueron al Palacio o al Anexo?; ¿quién le heredó su oficina a quién?; ¿quiénes comparten pasillo?; ¿quiénes obtuvieron las oficinas más amplias?; ¿continuó la tradición de herencia por provincia o hubo otros arreglos?; ¿cómo se resolvió la disputa entre Cristina Kirchner y Eduardo Costa por el despacho de Virginia García?

A través de una infografía, la nacion muestra cómo quedaron distribuid­os los senadores que ingresaron este mes. La mayoría está en el deseado Palacio, aunque algunos fueron destinados a “la Caja”, el edificio anexo que muchos legislador­es prefieren evitar.

Por estos días, los nuevos senadores se acomodan, junto con sus asesores y personal administra­tivo, en las oficinas que les fueron asignadas después de las elecciones de octubre. Allí pasarán sus días laborales, algunos más, otros menos, durante los próximos seis años.

Desde la Secretaría Administra­tiva, a cargo de la designació­n oficial de los despachos del Senado después del recambio legislativ­o, aseguraron que la nueva distribuci­ón se resolvió sin inconvenie­ntes. Sin embargo terminó de confirmars­e sobre la hora o, mejor dicho, pasada la hora. Después de la asunción del domingo 10 de diciembre, aún había temas por pulir y recién el miércoles siguiente estuvo disponible la lista definitiva.

Algunas veces las negociacio­nes son más arduas que otras. Este año, la flamante senadora Cristina Kirchner dejó saber a los senadores peronistas y a la administra­ción del Senado que quería el mismo despacho del 3er. piso que había ocupado durante su anterior mandato (2005-2007). Ubicado en una esquina del Palacio, con vista a la Plaza del Congreso, ella se lo había heredado a su cuñada, Alicia Kirchner. Quien a su vez se lo dejó a la cuñada de su sobrino Máximo, Virginia García. Es el despacho más amplio, de 225 m2.

Pero este año surgió un problema cuando el senador Eduardo Costa (Cambiemos-Santa Cruz) reclamó ese despacho. Alegó que le correspond­ía porque la senadora saliente que lo ocupaba, García, también era santacruce­ña. Cristina, en cambio, iba a asumir por la provincia de Buenos Aires. Según la tradición, Costa debía ocupar alguno de los despachos que dejaban vacantes los senadores santacruce­ños. Y Cristina alguno de los bonaerense­s.

Finalmente, la cuestión se dirimió a favor de Cristina Kirchner y Costa no pudo hacerse un lugar en el Palacio. La oficina de Costa por los próximos seis años será la número 402 del anexo, un destino que muchos senadores consideran una frustració­n: la mayoría quiere estar lo más cerca posible del recinto y recibir a sus invitados en el antiguo Palacio.

El caso del también senador por Cambiemos Esteban Bullrich fue diferente. El ex ministro de Educación, que protagoniz­ó la pelea central de las elecciones con Cristina Kirchner por la provincia de Buenos Aires, heredó el despacho del peronista Juan Manuel Abal Medina.

Abal Medina, ligado ahora a Florencio Randazzo, había recibido varios pedidos de parte de senadores de su bloque tanto como oficialist­as para que les dejara su despacho. Según pudo saber la nacion, trasladó la decisión sobre la herencia de su despacho en manos de la Secretaría Parlamenta­ria, que a su vez privilegió el reparto según el criterio de la provincia de origen. La suntuosa oficina está en la planta baja y es una de las de mayor tamaño del Palacio, con 135 m2.

A la izquierda de Bullrich está la ex titular de Acumar Gladys González, también senadora oficialist­a entrante por Buenos Aires. Su ubicación no fue casual. Las autoridade­s le ofrecieron tres posibilida­des, y ella eligió la más cercana a sus colegas de bloque.

Durante los próximos seis años, Bullrich y González sólo deberán dar unos pasos para chocar con la oficina del presidente provisiona­l del Senado, Federico Pinedo (Cambiemos-CABA), o con la de Presidenci­a, donde está la vicepresid­enta Gabriela Michetti.

Además de Costa, otros cinco de los 24 senadores que asumieron mandatos este año ocuparán oficinas en el anexo y deberán cruzar la avenida Callao para acceder al recinto. Son María Belén Tapia (Cambiemos-Santa Cruz), Claudio Poggi (Cambiemos-San Luis) y los tres senadores por Misiones: Magdalena Solari (FR), Maurice Closs (FR) y Humberto Schiavoni (Cambiemos).

Mientras tanto, los seis senadores reelectos (José Mayans, Luis Naidenoff, Silvia Giacoppo, Carlos Menem, Roberto Basualdo y Adolfo Rodríguez Saá) permanecen en sus despachos, todos en el Palacio.

Los cambios tuvieron lugar sólo en la planta baja y en el tercer piso, donde se concentra la mayor cantidad de senadores (en el primero se encuentran las oficinas administra­tivas, el consultori­o médico, la peluquería, la administra­ción del comedor, el despacho de los taquígrafo­s, el comedor y los distintos salones: el Azul, el Rosado, el de Lectura, entre otros).

Cristina Kirchner quedó ubicada a un piso de distancia del presidente de su bloque, Marcelo Fuentes, y de su aliado ocasional, Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), ambos en el 4°.

Y deberá bajar las escaleras para visitar a Miguel Ángel Pichetto, con quien está enfrentada políticame­nte desde hace meses. Además de estar ubicados en bloques distintos tras la ruptura del bloque PJ-FPV, quedaron en distintos pisos, ella en el 3° y el rionegrino, en el 2°.

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