El dólar volvió a subir, pero su carrera alcista ensayó las primeras señales de agotamiento
Llegó a trepar 1,5% antes de que una corriente de ventas recortase su alza al 0,6%
El dólar volvió a subir ayer en la plaza local, al cabo de una jornada muy volátil en la que la carrera alcista que ensaya sin pausas desde hace nueve ruedas mostró las primeras señales de fatiga.
Cerró cotizando a un promedio de $ 18,78 para el público, 17 centavos por encima de su valor previo de clausura y a $ 18,44 (+10 centavos) para transacciones mayoristas, en ambos casos para la venta. Así acumula un aumento de $ 1,23 (o 6,5%) en lo que va del mes.
Todo sucedió al cabo de una jornada de “inusitada volatilidad”, según describió el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios, en la que el peso llegó a devaluarse más del 1,5% frente al dólar antes de ensayar una recuperación parcial que acortaría de modo genuino esa caída al 0,57% al final del día.
Ese reacomodamiento se accionó cuando la demanda había llevado la divisa a un máximo de $ 18,615. “Allí se notó el ingreso de órdenes de venta que son las que terminarían recortando la suba”, observó el analista Cristian Buteler.
“Había abierto otra vez muy demandado y sin encontrar por entonces oferta financiera ni de exportadores, la que apareció cuando el billete superó los $ 18,61 y se mantuvo al punto de recortar buena parte del avance”, coincidió en su informe Global Agro.
La firma, muy activa en el mercado de futuros, detectó además en esa plaza un cambio de tendencia que se activó en el mismo momento enqueelbilletecomenzóareplegarse en las operaciones de contado y dejó “el contrato más corto (a vencer mañana) con tasas implícitas negativas”, al terminar operándose a $ 18,405, es decir, 3,5 centavos por debajo del cierre del mayorista en el día, lo que constituye otro indicio de que la carrera alcista de la divisa podría haber encontrado el límite.
Un indicio más al respecto entregaron las tasas de las Lebac. Los rendimientos de estos títulos que emite el Banco Central (BCRA) para regular la oferta monetaria, que se venían ajustando levemente a la baja o manteniéndose estables, rebotaron tenuemente ayer y quedaron en el 29,20% anual, en el caso del papel más corto, a vencer en enero. “La sensación es que con el dólar a este nivel ya hay algunos que se vuelven a pasar a pesos”, juzgó el economista del Centro de Estudios del Sur, Amílcar Collante.
Anticipan una estabilización
La escalada del billete comenzó cuando se registró un alza de tasas en los Estados Unidos que, en el plano local, coincidió con la presión oficial para que el BCRA relajara su política monetaria. “A la vista de los inversores eso significó que el ciclo de suba de tasas aquí estaba agotándose, lo que precipitó –en vistas del fin de año y el cierre de balance– la toma de ganancias y traspaso a dólares”, coinciden en señalar los mesadineristas de la City porteña.
Pero al sostenerse e ir tomando mayor velocidad con el correr de los días comenzó a generar inquietud sólo porque “siempre que se mueve el dólar los argentinos nos ponemos nerviosos”, observó el ex titular del BCRA Martín Redrado.
“Para la idiosincrasia argentina, que el dólar se mueva tan bruscamente tal vez no sea aconsejable. Más viniendo de un gobierno gradualista en materia fiscal y de precios, porque nos cuesta acostumbrarnos a un dólar que puede subir o bajar”, insistió el economista, antes de pronosticar una estabilización o leva baja del billete “por el ingreso de divisas de agroexportadores o por el mecanismo de financiamiento externo al que apela el Gobierno”.