Pobre Mourinho: no le alcanzan € 350 millones para armar un campeón
El técnico portugués reclamó más inversión al Manchester united; el City de Guardiola le sacó 15 puntos en la cima de la Premier League
El año nuevo llega sin promesa de dulzura para José Mourinho. El Manchester United que prometió devolver al trono de gloria en el que solía sentarse cuando era administrado Sir Alex Ferguson, está lejos de volverse una realidad. Y al portugués no le alcanza la inversión que los Glazer, sus dueños, han comprometido para la campaña. Recientemente eliminado de la Copa de la Liga, con el Manchester City escapado 15 puntos en la punta de la Premier League, con el Chelsea y el Liverpool mordiéndole los talones del segundo lugar, a Mourinho se le queman los papeles. Y siente que ni siquiera 300 millones de libras esterlinas (unos 350 millones de euros) le bastan para que sus proyectos fructifiquen.
Después del discreto empate en dos goles con el Burnley, el martes, durante la tradicional fecha del “Boxing Day”, el entrenador portugués reaccionó con furia: “No es suficiente”, reclamó. Quiere más dinero para contrataciones. La fortuna gastada en los últimos 18 meses no le aseguró buenos resultados. El veterano Arsene Wenger, a cargo del Arsenal desde hace más de 20 años, le recomendó con cierta crudeza que aprendiera a tolerar la frustración.
En la segunda mitad del 2016, La Juventus de Turín recibió 105 millones de euros por el pase del francés Paul Pogba; este año volvió a estremecer al mercado desembolsando, por el belga Romeo Lukaku, otros 85 millones que fueron a parar a la cuenta del Everton de la vecina Birmingham. También compró, recientemente, al serbio Nemanja Matic por 43 millones de euros, y al sueco Victor Lindelof en 35 millones.
La queja de Mourinho se basa en que el mercado actual perjudica económicamente a su equipo, porque otros clubes de la Premier League como el Tottenham, el Arsenal o el Chelsea no tienen las mismas dificultades. “Eso es porque no tienen la misma historia que nosotros”, señala el portugués, asumiendo el legado rojo.
“Desde los tiempos de Ferguson, se ha asumido que un Manchester United que funcione a fondo, propiamente presupuestado y sensiblemente liderado, tiene que volverse de manera natural el equipo más fuerte de Inglaterra”, defendió ese punto de vista el especialista Paul Wilson en el Guardian. “Aun Ferguson tuvo que aceptar alguna vez el segundo puesto detrás del Arsenal o el Chelsea, aunque la interrupción del servicio normal usualmente era corto y con un par de toques y un pequeño refuerzo del plante, el United volvía a su lugar. Este es, en trazos gruesos, el escenario imaginado cuando Mourinho se mudó a Manchester”.
Ese era el escenario que Mourinho imaginó: “Sé lo que es un club grande. Los precios para los clubes grandes son diferentes a los de los clubes normales. Los grandes equipos son castigados en el mercado por su historia”, indicó el portugués, que saboreó el morbo de volver a cruzarse con su némesis, Pep Guardiola, en un clásico explosivo ahora condensado en los límites de una misma ciudad.
El portugués no pudo evitar involucrar al catalán en su queja. Con él protagonizó aquella enconada rivalidad cuando entrenaban, respectivamente, al Real Madrid y al Barcelona, cuando, finalmente harto, Guardiola lo calibró como “el puto amo” fuera del campo. El catalán es el conductor del imparable Manchester City, que acumula una racha de 17 victorias consecutivas, pero que en el último libro de pases gastó casi 250 millones de euros. “Compran defensores a precios de delantero”, los acusó Mou.
Algo de razón tiene: desde que ambos coinciden en la Premier, Guardiola gastó 87 millones de euros más que Mourinho. Pero el City responde sobradamente a las expectativas, algo que el United está lejos de cumplir.
Wenger instó a Mourinho a tomarse el asunto con filosofía y le recordó que no siempre es cuestión de más dinero. “Estuve en la posición en la que él se encuentra durante 21 años, así que sé de qué habla”, dijo ayer el manager francés del Arsenal. “Siempre hubo un equipo, a veces hasta cuatro, que eran más ricos que nosotros, hay que aprender a vivir con eso”, señaló. “Sí, el City es más rico, el Chelsea es más rico, el Manchester United también lo es, pero todavía creo que hay que buscar otra manera de ser exitosos”.
En las últimas cinco jornadas, el United apenas sumó ocho puntos: el sábado, el Leicester le empató sobre la hora; el martes, el Burnley jugó a la defensiva y le robó otros dos puntos. Los rumores señalan que el United quiere volver a contar con los servicios del galés Gareth Bale, por el que pagarían unos 70 millones de libras (93 millones de euros), pero es improbable que un solo jugador pueda desequilibrar tanto en esta situación.
“No está claro todavía si el reclamo de Mourinho para invertir más dinero es parte de un programa de reconstrucción o meramente una táctica de distracción –remata Wilson– pero el United necesita un plan para esta etapa, y tendrá que ser excepcional”.