Récord de sentencias por lesa humanidad en 2017
Se revirtió la tendencia decreciente de los años anteriores; se dictaron 27 y hubo 205 condenas
2017 fue un año récord en la cantidad de sentencias por delitos de lesa humanidad: se dictaron 27, se condenó a 205 acusados y, con esta cifra, se revirtió la tendencia decreciente de los tres años anteriores. El número máximo hasta entonces había sido alcanzado en los años 2012 y 2013 y fue, en ambos, de 25.
Estos datos surgen de un informe elaborado por la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), con actualización al pasado 22 de diciembre. La sentencia número 27, dictada el 29 de diciembre, fue por la megacausa III en Santiago del Estero, donde se aplicaron dos penas de prisión perpetua y otras cinco de hasta 22 años de prisión a un grupo de exmilitares y expolicías condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 38 víctimas.
También se dictó la sentencia por la megacausa ESMA, cuyo proceso público y oral se extendió por más de cinco años, en los que se juzgó a 54 acusados por delitos cometidos contra 789 víctimas en la ESMA.
El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, se mostró satisfecho con los datos exhibidos en el informe y dijo a la nación: “Por sobre las palabras, nosotros hablamos con los hechos. Y estos datos que arroja el año 2017 en cantidad de sentencias y de condenas, con causas emblemáticas demuestran que en muchos ámbitos superamos los estándares y los resultados de lo hecho por la gestión anterior”.
Sin embargo, las demoras en los tiempos procesales todavía son un gran obstáculo. Según la PCCH, los responsables del trámite de las causas demoran en conjunto más de cinco años en resolver si una causa se eleva, en realizar el juicio, dictar la sentencia y en confirmarla o no en las instancias recursivas posteriores.
“Aun suponiendo que se presente el requerimiento de elevación en 2018 en todas las causas en instrucción, como mínimo, la finalización de las causas demoraría hasta mediados de 2024, cuando se cumplirían 18 años de juicios, y cerca de 50 años desde los hechos investigados”, se estima en el informe.
En el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) reconocen que el dato del número de sentencias es importante, pero que “mucho no dice acerca de los procesos judiciales en general”.
Una de sus integrantes, Luz Palmas Zaldua, dijo a este diario que el principal problema son los tiempos procesales cada vez mayores, y resaltó que hay una gran cantidad de personas en condiciones de ser juzgadas que aún no tienen fecha de juicios.
Avruj reconoció las postergaciones y dijo: “Hemos señalado la demora de la Justicia, la falta de tribunales y el ritmo lento de muchos de ellos. Lo hicimos ante la Comisión Interpoderes y en diversos ámbitos. nuestra voluntad es que la Justicia se adecúe a las necesidades y tiempos de la gente. El paso del tiempo cumple un rol fundamental, principalmente en las víctimas”.