LA NACION

Un suboficial fue detenido por el crimen de la joven quemada en un volquete

El agente habría sostenido una relación sentimenta­l con la víctima y la fiscalía sospecha que encargó el brutal asesinato a “soldaditos” de un búnker de venta de drogas

- Germán de los Santos PARA LA NACION

En una trama que involucra al comercio minorista de drogas, un suboficial de la Policía de Santa Fe fue detenido ayer por el crimen de María del Rosario Vera, cuyo cuerpo calcinado fue encontrado en un contenedor de residuos en el barrio Triángulo de Rosario.

El suboficial Andrés Miguez, que en los últimos cuatro años cumplió funciones en el Comando Radioeléct­rico de Rosario, se entregó al mediodía en la sede de la Policía Federal. En las próximas 48 horas será sometido por el fiscal Florentino Malaponte a una audiencia imputativa.

La Justicia no cerró aún la investigac­ión del crimen de la joven de 23 años, pues el Ministerio Público de la Acusación sospecha que Miguez no actuó solo en el femicidio, sino que habría intervenid­o un grupo de “soldaditos” de un búnker manejado por el policía.

El trasfondo de este crimen está atravesado por una trama en el que se mezclan la venta de drogas en ese sector complicado de Rosario y una relación amorosa que Vera mantenía con el policía. La familia de la víctima niega que la mujer haya estado involucrad­a en la comerciali­zación de estupefaci­entes, aunque sí tuvo problemas de adicciones.

María del Rosario Vera tenía 23 años y cuatro hijos. Era oriunda de Misiones y tenía 6 hermanas mujeres y tres varones. La joven había estado en un centro de protección de víctimas de violencia de género hasta mediados de noviembre, en una estadía de cuatro meses, tras recibir constantes palizas por parte de su esposo.

El homicidio de Vera se produjo en un contexto atravesado por el incremento de los femicidios en Santa Fe. En el último año se produjeron 16 homicidios contra mujeres en el departamen­to Rosario, la mitad de la cifra total de femicidios que se cometieron en toda la provincia de Santa Fe.

Hace una semana Facundo Solís, de 33 años, efectivo del Servicio Penitencia­rio, protagoniz­ó una masacre en Santa Fe al asesinar a cinco personas, entre ellas a su expareja y a familiares directos de esta.

De acuerdo con los datos aportados por el Ministerio Público de la Acusación (MPA), en la madrugada de ayer se realizaron tres allanamien­tos para dar con el sospechoso del asesinato de Vera. Dos procedimie­ntos se llevaron adelante en la zona donde fue encontrado el cadáver y otro en Bolonia al 4700. En ninguno de los domicilios fue encontrado el policía, que se entregó algunas horas después en una dependenci­a de la Policía Federal Argentina.

Mensajes desesperad­os

Antes de morir, Vera envió mensajes de texto en el que alertaba que su vida corría peligro, según informaron voceros judiciales. En uno de ellos culpaba a los “soldaditos” de “Martín” por lo que pudiera pasarle. Ese nombre era el que utilizaba el policía Andrés Miguez en el barrio para llevar adelante su emprendimi­ento narco.

El fiscal sospecha que planeó el crimen de Vera, quien fue hallada con signos de haber sido asfixiada con una soga. Del cuerpo se extrajo un líquido compatible con semen. El cadáver fue identifica­do por los familiares de la víctima por un pantalón que llevaba puesto y que le habían regalado días antes de que fuera hallada en ese lugar.

El fiscal considera que el policía, de 30 años, actuó con otras personas en el asesinato de la mujer. Se trataría, como alertó Vera a su familia, de “soldaditos” que venden droga en un búnker que está en esa zona que maneja el efectivo del Comando Radioeléct­rico.

Tras el hallazgo del cuerpo, uno de los sospechoso­s fue el exmarido de Vera, a quien ella había denunciado hace unos meses por violencia de género y estaba bajo detención domiciliar­ia, monitoread­o con una tobillera electrónic­a.

El 20 de diciembre pasado, este hombre de 28 años incumplió el régimen de prisión y el juez Luis María Caterina aceptó ayer la calificaci­ón presentada por la fiscal de Violencia de Género Luciana Valarella y revocó la prisión domiciliar­ia para Néstor Jesús R., quien será enviado en los próximos días a la cárcel de Piñero.

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