Una variedad de productos básicos, con precios concertados
Las ferias itinerantes tienen el fin de abastecer a los barrios con una oferta más accesible
El “tren”, como llaman los comerciantes a cada una de las Ferias Itinerantes de Abastecimiento Barrial (FIAB) –compuestas en promedio por nueve puestos–, se mueve cada día, de comuna en comuna. El cronograma está estipulado y es fijo, por lo que cada “formación” –y también los asiduos clientes– sabe en qué punto de la ciudad le toca abrir en cada jornada de la semana.
El objetivo de este tipo de mercados es el abastecimiento de productos de la canasta familiar, con importes concertados. Cada 15 días, puesteros y referentes del gobierno se reúnen para acordar los precios con el fin de emparejar los valores y que sean más accesibles que otros comercios. En la actualidad hay 66 productos concertados, cuatro de ellos para celíacos. Los puesteros deben respetar los precios y los usuarios pueden chequearlos en la web www.buenosaires.gob.ar/espaciopublico/mantenimiento/feriasymercados/precios-acordados. Además, la aplicación BA Ferias
–disponible en www.buenosaires. gob.ar/ferias-y-mercados/aplicacionba-ferias– puede descargarse gratis en celulares con sistema Android para tener presente no solo el listado actualizado de productos y sus precios acordados, sino también las ubicaciones y los horarios de cada feria itinerante y así poder ubicar la más cercana. Esta información también está disponible en la dirección www. buenosaires.gob.ar/ambienteyespaciopublico/espacio-publico/ferias/ ferias-itinerantes-de- abastecimiento-barrial/ ubicaciones.
Por el mes de diciembre, y como prueba piloto, seis de las ferias atendieron al público en horario vespertino, de 15 a 20, con el fin de que los vecinos tuvieran la oportunidad de comprar en otro horario. El horario clásico es de 8 a 14.
Las ferias itinerantes operan desde 1990. En 2010, la Legislatura de la Ciudad aprobó la Declaración de Beneplácito de la Ciudad de Buenos Aires para las Ferias Itinerantes de Abastecimiento Barrial, por lo que se promulgó en 2014 la ley 5122 que las regula.
Las ferias contemplan el expendio de productos frutihortícolas, carnes vacunas y sus derivados, carnes porcinas, ovinas y achuras, productos de granja, pescados y mariscos, lácteos, fiambrería, pastas frescas y embutidos, almacén, aceites y bebidas no alcohólicas. También se pueden comercializar productos naturales –naturistas, dietéticos, orgánicos, envasados o a granel–, panadería y confitería, especias, cereales, legumbres, encurtidos y hierbas para infusiones, artículos de limpieza y bazar, plantas naturales y artificiales, productos y alimentos para mascotas.
Los viernes, en Bartolomé Mitre y Reconquista, funciona de 10 a 17 una feria que vende únicamente productos orgánicos. Los sábados también se puede encontrar, de forma intercalada, entre el Parque Rivadavia, en Caballito, y la Plaza Sobral, en Palermo. Eso sí: se suspende por lluvia.
Requisitos
Cada feriante cuenta con un permiso de uso gratuito e intransferible que se renueva de forma anual. Aunque los carros son de propiedad de los vendedores, todos ellos siguen determinadas especificaciones estéticas para darle un carácter uniforme al paseo de compras. Desde el punto de vista técnico cada carrito debe contar obligatoriamente con equipos de frío, grupos electrógenos y vitrinas para los alimentos perecederos de pescadería, carnes, granja, panadería, lácteos y fiambres.
“Cada vez más vecinos esperan la feria de su barrio porque generan una relación de confianza con los feriantes, y les permiten comprar productos con buenos precios, alta calidad y gran variedad”, dijo el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Eduardo Macchiavelli.