TV: luces y sombras en el comienzo del año
Vale mucho más lo que dijo Segade porque los hechos lo corroboraron
El último día de 2017, el guionista mario Segade escribió en su cuenta de Twitter (@segade) un texto de llamativa lucidez. “reza el falso eslogan: ‘los hábitos de ver televisión están cambiando’. Parcialmente cierto. Las emisoras abiertas pierden audiencia también por programar mal”.
Hay que prestarles atención preferencial a estos dichos del autor de Vulnerables, Verdad Consecuencia,
El puntero, Farsantes y Supermax, entre otras reconocidas ficciones locales. en vez de concentrarse en su tarea específica, Segade hace lo que se espera de todo artista consciente de su papel y de su compromiso. Sabe que el medio en el que se mueve enfrenta una permanente, incómoda y desconcertante mutación. Y trata de abrir el juego de la discusión con sus reflexiones, de paso otorgándole a la red social desde la cual emitió sus juicios tal vez la más virtuosa de sus funciones: plantear genuinos escenarios de debate.
Vale mucho más lo que dijo Segade porque los hechos lo corroboraron casi de inmediato. Sin exageraciones, fue una definición profética de lo que ocurrió el 1° de enero y en buena parte de la primera semana de 2018 en los canales abiertos. Después, vale repetirlo, del masivo descanso que se tomó durante el último fin de semana de 2017.
Al despuntar el nuevo año, el comentario excluyente de quienes hablaban de televisión fue el rating que obtuvo Crónica TV en los últimos minutos de 2017 y los primeros de 2018, con más de 7 puntos y un liderazgo cómodo en las planillas de medición de audiencia. Los televidentes argentinos prefieren Crónica TV para la cuenta regresiva que marca el festejo de Año nuevo, enmarcado en esa emisora con las imágenes de shows musicales ya emitidos. Frente a esta realidad, cada año volvemos a preguntarnos cuánto más grande podría resultar ese número de rating si Crónica TV (o cualquier otra señal de su tipo) decidiera transmitir ese segmento con programación en vivo. ¿Qué otra cosa podrían pedir tantos y tantos televidentes resignados a la vida en soledad, con el televisor como única y magra compañía? ¿Cómo sentirse acompañados de verdad si el medio que invoca todo el tiempo “estar cerca” de los televidentes deja de cumplir su misión y se olvida de ellos en medio de un sinfín de grabaciones?
La TV abierta en vivo y en directo recuperó parte de su latido habitual el lunes, con un razonable despliegue de programación política en vivo durante buena parte del horario central, con Intratables a la cabeza. Pero inmediatamente después llegó el momento de la perplejidad. Un panorama que nos llevó de vuelta al tuit de Segade. De un lado, casi sin previo aviso ni promociones, la esplendorosa emisión que Canal 9 propuso con la retransmisión del concierto de fin de año de la Filarmónica de Viena, bajo la batuta de riccardo muti. más que la emisión de un concierto (de altísimo vuelo musical) lo que vimos fue un programa de televisión casi perfecto, con una extraordinaria armonía visual y sonora entre los sonidos de la Filarmónica y varios paseos musicales y documentales por la capital austríaca. Se vio el 1° de enero, pero ya podríamos decir que pudimos disfrutar de uno de los mejores programas de TV de 2018.
A la misma hora, también sin aviso (en este caso por un anuncio de programación erróneo) muchos nos enteramos sobre la marcha que la TV Pública emitió la película Los amantes (2006), una obra maestra del director James gray, con Joaquin Phoenix y gwyneth Paltrow. en la continuidad de estos primeros días de enero, el canal decano sostiene una idea plausible y siempre bienvenida: seguir la temporada de festivales de música nativa por toda la geografía argentina, con Jesús maría como punto de partida.
La contrapartida llegó desde eltrece. nadie podrá explicar con razonables argumentos por qué en tiempos de alta definición, uno de los canales líderes de la TV abierta resolvió exhumar el terapéutico show que más de una década atrás puso al servicio de Diego maradona. La noche del 10 puede alimentar la programación de una emisora de revival como Volver, pero jamás el horario central de una emisora abierta. Lo mismo, por otras razones, podría decirse del extraño reality documental sobre la maternidad de la mediática Luciana Salazar, emitido el jueves. Además de demostrar que algunos reality shows tienen poco de realidad y mucho de calculada y escrupulosa fidelidad a un guión marketinero, este ciclo vuelve a darle la razón a Segade. Si la TV abierta nos ahuyenta no se trata solo de un cambio de hábitos. A veces ese escape se transforma en una necesidad.