En Davos, Trump buscó acercarse a la elite global, pero no evitó la polémica
Con un discurso más sobrio que lo esperado, dijo que su política no significa un “EE.UU. en solitario” y prometió cooperación; fue abucheado por sus críticas a la prensa
DAVOS, Suiza.– Ante la elite política y financiera mundial en el Foro de Davos, el presidente Donald Trump procuró un cambio de imagen. Con un discurso más sobrio que lo esperado, tendió la mano al afirmar que su agenda “Estados Unidos primero” no era un rechazo a la cooperación internacional y llamó a invertir en el país, pero, sin embargo, no pudo escapar a la polémica por sus críticas a la prensa y las nuevas revelaciones sobre el Rusiagate.
“Estados Unidos primero no quiere decir Estados Unidos en solitario”, matizó el republicano ante una audiencia selecta de empresarios y líderes políticos en un discurso de 15 minutos, en el que prometió “cooperación” y “amistad” con el resto del planeta. Su presencia marcó el regreso de un presidente norteamericano a la cita luego de 18 años.
“Tuvimos un gran primer año, exitoso de muchas maneras distintas”, señaló, aunque sin mencionar las polémicas que marcaron su gestión. También incitó a las grandes compañías presentes en el Foro Económico Mundial a invertir. “Nunca hubo un mejor momento para contratar, construir, invertir y crecer en Estados Unidos. El país está abierto otra vez para hacer negocios y volvemos a ser competitivos. El mundo está presenciando el resurgimiento de un Estados Unidos fuerte y próspero”, dijo Trump, que llegó a Davos en medio de críticas de distintos líderes por su retórica proteccionista.
La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro indio, Narendra Modi, habían lanzado un mensaje a favor del multilateralismo. En ese sentido, Trump reiteró de nuevo que el comercio internacional tiene que ser “justo y recíproco”.
El mandatario buscó un equilibrio al moderar su programa nacionalista con la promesa tranquilizadora a una audiencia globalista y partidaria de la cooperación de que su visión proteccionista no sig- nifica un Estados Unidos en soledad.
“Aplicaremos nuestras leyes comerciales y restauraremos la integridad del sistema de comercio. Solo insistiendo en un comercio justo y recíproco podemos crear un sistema que funcione no solo para Estados Unidos, sino para todos los países”, dijo Trump.
“Estados Unidos ya no hará la vista gorda con las prácticas comerciales desleales. No podemos tener un comercio libre y abierto si algunos países explotan el sistema a expensas de otros. Apoyamos el libre comercio, pero debe ser justo y recíproco”, añadió el magnate.
Si bien Trump se ha opuesto a acuerdos comerciales multilaterales, señaló que Estados Unidos los consideraría si son “mutuamente beneficiosos”, incluidos pactos con los países que suscribirán un acuerdo comercial transpacífico del que Washington se retiró.
“Cuando Estados Unidos crece, lo mismo le sucede al mundo. La prosperidad norteamericana creó innumerables empleos alrededor del mundo y la búsqueda de la excelencia, la creatividad y la innovación en Estados Unidos derivó en descubrimientos importantes que ayudan a la gente en todas partes a llevar vidas más prósperas y saludables”, dijo.
Cuando Trump subió al atril, los aplausos fueron escasos y algunos de los presentes mantuvieron las manos quietas. El público escuchó al presidente en silencio.
Sin embargo, luego de su discurso y cuando respondía a preguntas de Klaus Schwab, el fundador del Foro, reiteró sus ataques a la prensa y llegó la reprobación. “Hasta que me convertí en político no me di cuenta de lo cruel, mala y falsa que puede llegar a ser la prensa”, dijo Trump, lo que provocó los abucheos de parte de los 1500 asistentes. Curiosamente, la Casa Blanca lo interpretó de manera muy distinta y en la transcripción oficial tras esa frase aparece la palabra “risas”, entre paréntesis.
En Davos, Trump tampoco logró escapar a la investigación sobre las presuntas injerencias rusas durante la campaña electoral que lo llevó al poder, tras una revelación del The
New York Times (ver aparte). Para el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, el discurso distó de ser convincente. Dijo que la nueva ley impositiva generará una burbuja en el mercado de viviendas y comentó que nunca conoció “una economía que creciera a largo plazo mediante la especulación inmobiliaria”.
Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen, señaló que el discurso “fue positivo porque al menos no declaró una guerra comercial o, simplemente, una guerra”.
La estancia de Trump estuvo marcada por los contactos con grandes multinacionales y dos reuniones con los primeros ministros de Gran Bretaña, Theresa May, y de Israel, Benjamin Netanyahu, sus dos aliados tradicionales. Tras meses de relaciones tensas con Londres, el presidente pidió disculpas ayer por retuitear unos videos antimusulmanes de un grupo de extrema derecha británico, un tema de fricción con Londres.
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“Apoyamos el libre comercio, pero debe ser justo y recíproco”
“Cuando nuestro país crece, lo mismo le sucede al mundo”
“Hasta que me convertí en político no me di cuenta de lo cruel, mala y falsa que puede llegar a ser la prensa”