Antiage. Trucos para conservar la juventud en las manos
Después de la cara, son la zona del cuerpo que más delatan la edad. Cómo detener y prevenir los signos de envejecimiento
Flacidez, celulitis, arrugas, exceso de grasa… En el listado de preocupaciones estéticas las manos no figuran, o al menos aparecen en los últimos lugares de la lista. Sin embargo, de acuerdo con un estudio de la Sociedad Americana de Cirugía Estética, “después del rostro, las manos son el indicador más claro de la edad”.
Para comprobarlo, le mostraron a un grupo de participantes fotografías de manos y solo con ese dato debían adivinar el rango de edad de la persona (de 20 a 30, de 30 a 40, etc.); el índice de respuestas correctas fue altísimo. Es que, según determinaron los expertos que realizaron la prueba, había dos señales claras de envejecimiento: manchas y venas pronunciadas; por eso, cuando las eliminaban con Photoshop, las respuestas perdían efectividad.
Y si bien los programas de retoque solo existen en el mundo virtual, de este lado de la pantalla también hay pequeños trucos y secretos que mejoran el aspecto de las manos.
DurmienDo con el enemigo
La piel está protegida por una película hidrolipídica que se altera con agentes externos como el frío, el sol, etc. claro que en el caso de las manos, los agresores no están solo puertas afuera, ya que en el hogar hay sustancias químicas dañinas, como las que poseen los detergentes y artículos de limpieza.
Otra –buena– costumbre que las reseca y agrede es el lavado frecuente. Como se trata de situaciones ineludibles, la solución es minimizar estos impactos con el uso de guantes a la hora de lavar platos, por ejemplo, y la aplicación de crema hidratante luego de realizar este tipo de tareas e, incluso, después del clásico lavado de manos.
Además, es conveniente elegir jabones sin detergentes ni alcohol, los más recomendados son los Syndet, que mantienen el pH fisiológico de la piel y hacen que esta conserve su film hidrolipídico.
Si de cremas hidratantes se trata, los ingredientes activos más comunes son la manteca de karité, la glicerina, la vaselina, el aceite de almendra, de palta, de coco, etc. Y es fundamental que las de uso diurno contengan factor de protección solar contra los rayos UVB y UVA, ya que la radiación es una de las principales causas de su envejecimiento.
Cuando están muy resecas, e incluso agrietadas, la noche puede actuar como una terapia intensiva. Hay que colocar una capa gruesa de crema y cubrir con guantes de algodón, al despertarse la piel de las manos ya no lucirá craquelada y estará mucho más suave.
AuTomAnicure
Las uñas limpias y prolijas son la mejor carta de presentación de las manos. El color del esmalte es lo último que importa, en primer lugar, hay que seguir a rajatabla el consejo de las abuelas: las cutículas no se cortan, su función es cubrir la zona interna de la uña –llamada matriz– y protegerla. Entonces es necesario usar un aceite o crema y empujarlas hacia atrás con la ayuda de un palito de naranjo.
Además, la tijera hace que el remedio sea peor que la enfermedad, ya que, al cortar la cutícula, crece una nueva que es más gruesa, seca y grande.
Si la piel está muy reseca es común que aparezcan unos pellejitos pegados a los laterales de las uñas, se llaman padrastros y tampoco hay que cortarlos o arrancarlos, “lo mejor es realizar exfoliaciones periódicas con alguna crema especial y prevenirlos con baños de parafina y aceites para hidratar las cutículas”, indican en el centro de manicuría The Beauty Bar by Coco.
En cuanto a la forma de las uñas, para prevenir enganches y roturas es mejor llevarlas redondeadas, o al menos redondear las puntas.
Y si bien las uñas de las manos, a diferencia de las del pie, es poco común que se pongan amarillas, siempre es conveniente utilizar una base
–coat– antes de aplicar el color; protege a la uña y, muchas veces, provee un boost de nutrición porque algunas marcas están enriquecidas con vitaminas (C, E, etc.) y componentes como pantenol y aminoácidos.
Dúo DelATor
Manchas y venas son el combo que delatan la edad cuando se trata de manos.
Las primeras se pueden prevenir con el uso diario de protector solar (sí, así como en la cara, hay que usarlo en las manos) y tratar con diferentes tipos de láser, como la luz pulsada. Con las venas, el panorama es más complicado; aparecen porque los vasos se dilatan y la piel se afina, por eso no hay herramientas para evitar o retardar su aparición. Incluso hasta hace poco era imposible tratarlas, pero hoy en día se mejoran con la técnica de flebología restaurativa, que consiste en aplicar sustancias naturales que refuerzan la pared de las venas y disminuyen su diámetro.
Y, por último, se puede recurrir a trucos ópticos. Los esmaltes claros –vainilla, rosa pastel y los nude– rejuvenecen. Funcionan con todos los tonos de piel y dan un toque prolijo y sofisticado, no fallan.
“Usar protector solar en el dorso evita la aparición de manchas”